Holii!
Les cuento que ya termine. Por fin. Gracias por el apoyo. Dejenme decirles que me fue de maravilla
Como les dije, aqui esta el proximo capitulo. Espero que les guste. Espero que hayan viso las imagenes de ayer porque asi se van haciendo una idea o algo asi!!
Es una cosa muy fuera de tema y rara, pero quiero saber: Que hora es un su pais? A que horas estan leyendo esto? Yo lo estoy montando a las 2:45 PM, miercoles 26 de junio!
Les dejo la pregunta al final por si se les olvida. Y pues, que les guste el capitulo!!!
;)
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Estúpidas reglas
Una hora.
La hora más miserable de toda mi vida. Llevaba una hora en la casa de mis abuelos. Mis padres estaba despidiéndose y Alice estaba chequeando la ropa que llevaba mi madre.
Emmet se había pasado toda la hora a mi lado, dándome sus reglas y repitiéndome una y otra vez que él era mejor que mi padre, que al final del mes desearía que el fuera mi verdadero padre.
Yo lo dudaba mucho.
Llevaba una hora con él y ya quería tirarme del techo.
Veía como mi padre estaba disfrutando con esto.
Las reglas que Emmet me había dado eran: 1) En casa a las 7:30 en días de escuela. Los fines de semana, hasta las 9:00. 2) Nada de muestras de afecto excesivas con el “perro”. 3) No se permite escaparse por ninguna puerta, ventana o cualquier cosa por la que se pueda salir. 4) No faltar a la escuela por salir con el “perro”. 5) La escuela es primero que el “perro”.
Esas eran las reglas que Emmet me había dado. Había hablado como muy despacio, enfatizando cada palabra, enumerando cada regla. Oh, también las había escrito y las había pegado en la puerta de mi armario.
Jake tenía razón. Esto iba a ser una tortura. Es más. En unas horas comenzaba.
Adiós a la hermosa vida que llevaba. Bienvenida la tortura que venía.
-Es culpa de Alice que sobreactúes las cosas – dijo mi padre - .No debí dejarte pasar tanto tiempo con ella.
-Yo no sobreactuó las cosas. – salió Alice, con el ceño fruncido, dirigiéndose a mi padre.
-Oh, sí que lo haces. – refuto mama, a sus espaldas.
-Y Renesmee lo aprendió muy bien. – finalizo papa.
Le fruncí el ceño.
-Yo no sobreactuó las cosas – me defendí - .Alice lo hace – ella me miro a mí, su ceño más fruncido - .Yo solo miro la realidad. Muy bien.
-¿En serio? – Pregunto papa, incrédulo - ¿”Adiós a la hermosa vida que llevaba”? ¿”Bienvenida la tortura”? – cito, exactamente lo que había pensado.
-Eso si se llama sobreactuar. – dijo mama, riendo.
Mis padres sacaron sus maletas y las metieron en el auto de papa.
Había pasado una semana. Ese fue el plazo que me dieron mis padres para poder vivir mi último tiempo de libertad.
Cuando papa anuncio que si se iban a Inglaterra y Emmet estaba al cargo, fue como si me lanzaran una jarra de agua helada. Al día siguiente anuncio que ya tenía los tiquetes del vuelo y que se iban el sábado siguiente. Fue como si me hubieran abofeteado.
La expresión de Emmet fue una gran sonrisa. La mía y la de Jake debieron haber sido muy parecidas, si no exactas. Jake parecía como si acabara de ver un fantasma. Y la mía también. Ambos sabíamos como seria con Emmet a cargo.
Hoy era sábado. Mis padres ya estaban listos para irse. Ya tenían las maletas en el auto, habían preparado todo.
Solo faltaba Jake.
Hoy era el día que teníamos planeado ir a esa pista de hielo. Mis padres saldrían del aeropuerto de Seattle y allí estaba la pista. Jake y yo decidimos acompañarlos.
Las amazonas, los de Denali, Huilen y Nahuel, se habían ido el miércoles. Pase un muy buen rato con ellos. Nahuel se convirtió en un muy buen amigo.
-Le dije a Jacob que debía estar aquí a las 9:00. – refunfuño papa.
-Todavía hay tiempo – dije - .Faltan unos diez minutos. Sé paciente.
Justo cuando decía esto, escuche el sonido de una moto.
Me di la vuelta. Jake estaba allí, su sonrisa radiante cuando me vio y la mía era una copia idéntica.
-¿Nos podemos ir ya? – pregunto mientras se apeaba de su motocicleta.
Jake se hizo a mi lado y nos dimos un abrazo y un corto beso, sabiendo que mis padres estaban allí.
-¿Piensas ir en moto? – pregunto papa, señalando la moto de Jake.
-Si – respondió este - ¿Por qué no?
-¿Y qué pasa con Renesmee? – siguió mi padre.
-Ness puede venir conmigo. – respondió Jake como si fuera obvio.
La idea me entusiasmaba. Nunca había montado en la moto con Jake. A mi padre no le gustaba mucho. Decía que era peligroso. Jake y yo intentamos convencerlo una y otra vez, pero él seguía diciendo que era peligroso.
-Ya sabes lo que pienso de eso. – siguió papa.
Eso era un no rotundo.
-Por favor papa – rogué - .Jake es cuidadoso.
-Arreglen eso rápido – dijo mama - , debemos irnos ya. Yo no le veo ningún problema en que Ness vaya con Jake.
-Ahí está, vámonos – dijo Jake con una sonrisa.
-¿Porque no vienen con nosotros? – pregunto papa.
-¿Y después que hacemos para volver? ¿Los llamamos a Inglaterra por un aventón? – pregunto Jake, con sarcasmo.
-No – respondió papa - .Pueden ir en el auto de Renesmee.
-Se está haciendo tarde. – apuro mama.
Puse los ojos en blanco.
-Yo conduzco. – le dije a Jake mientras me dirigía al garaje para entrar en mi auto.
El suspiro y me siguió.
-No entiendo cuál es el problema de ir en la moto. – se quejó Jake una vez que estábamos en el auto.
-Se preocupa por mí. Tal vez más de lo que debería, pero eso está bien.
-Algún día montaremos juntos por toda la carretera. – dijo con una sonrisa.
-Estoy esperando el día con ansias – conteste con un tono sincero y entusiasta.
De verdad esperaba que eso algún día pasara.
Saque mi auto del garaje y me hice tras el auto de mi padre. El volvo comenzó a avanzar y yo lo seguí.
Jake puso música para el camino, que tan solo tomo una hora gracias a la velocidad en la que íbamos. Seguí a mis padres hasta una parte cerca del aeropuerto. Mi padre aparco el auto y yo aparque tras de él. Mis padres bajaron del auto y yo los imite. Jake nos imitó después de un rato. Me envolví con mis padres en un fuerte abrazo.
-Los voy a extrañar. – murmure.
-Nosotros a ti – dijo mama - .Afortunadamente tengo la certeza de que estarás bien. – nos separamos y ella sonrió a Jake, quien sonrió de vuelta.
Papa tenía su brazo por mi hombro. Le abrace por la cintura. El beso mi frente.
-Recuerda comprarme algunos libros, tomar unas fotos y llamen alguna vez – le recordé - .Estoy segura que querrás escuchar que infierno me está haciendo pasar Emmet.
-Lo recordare – dijo el - .Nosotros si llamaremos, el problema será saber si estas disponible.
-Estoy disponible para ustedes en cualquier momento. Excepto que este en el bosque. O en algún otro lugar.
Papa soltó una pequeña risita. Me envolví en un abrazo fuerte con él y le di un beso en la mejilla. El beso mi frente.
Me separe de él y vi a mi madre y a Jake mirándonos.
Me acerque a mi madre y la abrace.
-Ahora es que pienso que tal vez sea una mala idea irme – susurro en mi oído. Sabía que papa y Jake también lo habían oído - .Tal vez deberías venir con nosotros.
-Entonces Jake entra en el paquete. Y además tengo que ir al instituto.
-Debí haberlo sabido – me reí y mama me apretó más - .Te voy a extrañar muchísimo. Voy a extrañarte mucho. Hasta tu risa.
-Mama hablaremos todos los días. Y no es como si no nos fuéramos a volver a ver. Es solo un mes.
Ella suspiro y se separó de mí. Mi padre se acercó a ella y le paso el brazo por la cintura. Jake hizo lo mismo conmigo. Mama me examino de arriba abajo, como si quisiera guardar la imagen para siempre.
-Cuídala bien Black. – le advirtió papa a Jake.
-Tenía pensado hacerlo. – respondió Jake con cierto aire jocoso.
Mama se volvió a acercar y le dio un abrazo a Jake, el cual él devolvió.
-Llamen. – les recordé antes de que se montaran en el auto.
Jake y yo nos montamos en mi auto. El volvo tomo el camino hacia el aeropuerto y nosotros fuimos a donde estaba la pista de patinaje.
-Los voy a extrañar. – dije mirando por la ventana.
Ahora había dejado a Jake conducir.
-¿Estarás bien? – pregunto Jake tomando mi mano y dándole un suave apretón.
Di la vuelta y mire nuestras manos entrelazadas, luego a Jake y esboce una sonrisa sincera.
-Estoy bien. Es solo que será distinto sin mis padres allí. Es la primera vez que nos separamos por tanto tiempo – respondí - .Pero voy a estar bien. No es como si no nos fuéramos a volver a ver. Lo peor será Emmet. Pero te tengo a ti – dije sin dudas - , y eso es suficiente. Puede sonar feo, pero puedo vivir con mis padres a distancia. Pero si es vivir en un mundo sin ti, creo que moriría loca.
-Exactamente lo que yo siento.
Nos sonreímos. Nos acercamos y nos comenzamos a besar. Últimamente nuestros besos iban un poco más allá. Nos quedábamos más tiempo juntos, dejábamos nuestras lenguas explorar la boca del otro. Y esta no fue una excepción…Hasta que escuchamos la bocina de un auto.
Nos separamos a regañadientes y vimos que había una gran cola de autos esperando que nosotros avanzáramos el semáforo.
Jake siguió conduciendo. Yo mire por la ventana y la baje un poco. En ese momento sabía que estaba roja como un tomate. Tenía una vergüenza horrible.
-Vaya – comento Jake - , me siento como un adolescente de unos quince años.
Me di la vuelta y lo mire. Él tenía la mirada fija en la carretera.
-¿Por qué lo dices?
-¿Nunca has visto a los chicos de tu instituto? Hormonas en revolución.
Me hizo gracia escuchar a Jake hablando así. Como si fuera un experto en el tema.
-Hablas como si fueras un anciano – me burle, conteniendo una carcajada - ¿Cuántos años crees tener? ¿Cincuenta y siete? Porque, te recuerdo, que tienes veintitrés.
-Y por eso se supone que soy responsable y maduro.
Hasta ahí pude aguantar la carcajada.
Jake me lanzaba miradas fugaces, volviendo la cabeza rápidamente a la carretera. Una sonrisa se había formado en su rostro. Yo reía como histérica.
-¿No me crees? – pregunto incrédulo, cuando ya me había calmado un poco.
Negué con la cabeza, aun no era capaz de hablar.
-¿Qué no me crees? – siguió Jake.
Respire y conseguí parar de reír.
-Jake – comencé - , hablas como si fueras un anciano. Eso es lo más gracioso. Como si fueras un experto en el tema.
-Me ofendes – puso una mano en el corazón - .Soy un experto en el tema, ¿no lo sabias?
-No me digas. – contestó con sarcasmo.
-Ness, creo que se te olvida que yo fui un adolescente. Tuve dieciséis y no creas que no me dieron la charla sobre las hormonas.
-Está bien Jake – conteste – .No es necesario entrar en detalle.
Me miro con una pequeña sonrisa. Yo solté una risita.
-¿Te he dicho alguna vez cuanto amo ese sonido? – dijo.
-¿Qué sonido? – pregunte extrañada.
Yo no había escuchado nada.
-¿Qué otro sonido? El de tu risa, claro está. – aclaro.
-¿Y porque te gusta?
-Simple. Es el sonido más dulce y encantador que haya oído nunca. Además me gusta saber que eres feliz.
-Soy muy feliz – le di un beso en la mejilla y susurre en su oído -: Soy muy feliz contigo. Me siento completa, feliz. Siento que mi vida es perfecta cuando tu estas ahí. Te amo.
El auto dio un brusco frenazo. Jake volteo su rosto, estábamos muy cerca, a centímetros del otro.
-Mi vida es perfecta desde que tu estas en ella – susurro - .Estoy seguro que te amo más de lo que tú lo haces.
-No lo creo – refute.
Él se encogió de hombros y me planto un beso. Me separe de él.
-Vamos Jake, sigue conduciendo – le apremie - .Si seguimos así, no llegaremos nunca.
Me había retirado apropósito. Quería dejar eso para más tarde.
-En realidad ya llegamos – me informo Jake - .Solo falta aparcar.
-Bien. A patinar.
Jake aparco fácilmente, no había nadie a esta hora de la mañana, eran las 10:23, la pista abría a las 10:00. Al parecer éramos los primeros.
Deje mi bolso en el auto. Jake tomo mi mano y comenzamos a ir a la gran edificación.
Jake pago las entradas, yo insistí en pagar, la cosa es que él nunca me dejaba pagar nada.
-¿Alguna vez has hecho esto? – le pregunte, mientras íbamos a donde se piden los patines.
-¿Qué? ¿Patinar? – Jake negó con la cabeza – Ness, estoy seguro que voy a caerme mucho hoy. Por no decir que tal vez siempre estaré en el suelo…o en el hielo.
-Yo no creo eso – afirme con convicción - .Ambos aprenderemos hoy.
-No lo creo.
Empuje su brazo juguetonamente.
Jake pidió los patines, los suyos y los míos. No creía que conociera mi talla. Fue una sorpresa cuando acertó.
-¿Cómo supiste cual era mi talla? – le pregunte mientras me ponía los patines.
-Esto va a sonar raro. Pero, Ness, te he visto crecer – se encogió de hombros - .Creo que no es raro que sepa tu talla de zapatos.
-No. Simplemente no creía que la supieras.
-Bueno, ya sabes que lo sé.
Nos terminamos de poner nuestros patines y nos encaminamos al interior de la pista. Yo entre primero. Jake entro detrás de mí, sujetando mi mano.
Éramos los únicos allí, era sábado, la gente lo dejaría para más tarde, estaba segura.
Al primer movimiento me deslice, por poco me caigo de no haber sido por agarrarme de la pared. Para poder sujetarme a la pared, solté la mano de Jake. El también se tuvo que sujetar de la pared.
Poco a poco me separe de la pared y comencé a avanzar, lentamente, por mí misma. Sin ningún apoyo. Me sentía como un bebe dando sus primeros pasos, el riesgo de caerse siempre está ahí.
Mire hacia atrás. Esperaba ver a Jake detrás de mí, intentando no caer, al igual que lo estaba haciendo yo. Pero seguí sujetado a la pared, observándome. Rehíce mi camino hacia él.
-¿Te vas a quedar ahí todo el tiempo? – pregunte una vez a su lado.
-Tú eres buena en esto. Yo estaría cayéndome cada dos segundos.
-Oh, vamos Jake. Intentemos.
-No Ness, esto es algo complicado – soltó una mano de la pared y señalo a mis espaldas - .Sigue tú.
-No – proteste - .Si tú te quedas aquí, me quedare a tu lado. Por favor ven. Ambos lo intentaremos. Prometo atajarte cuando te vayas a caer.
-Ambos caeremos.
-Esa es la gracia. Por favor.
Jake soltó un suspiro de rendición. Sonreí y tome una de sus manos. La otra de sus manos quedo en la pared. Comenzamos a avanzar.
La mano de Jake apretaba la mía fuertemente, pero no tanto como para herirme.
-Ahora si es divertido. – dije.
-Siento como si me fuera a caer en cualquier momento.
Solté una risilla.
Habíamos dado unas tres vueltas cuando la pista se comenzó a llenar. En su mayoría eran niños.
En realidad era muy fácil patinar sobre hielo. Y muy divertido. Aún no nos habíamos llegado a caer. Aun.
Me posicione al frente de Jake y tome la mano con la cual se sostenía a la pared.
-¿Qué estás haciendo? – pregunto.
-Creo que es hora de que sueltes esa pared. – conteste sonriendo.
-De verdad que deseas caerte.
-Oh, vamos Jake. Esos niños pueden, entonces tu también. Y mira que ellos también se caen.
-Está bien. Intentemos esto.
Comencé a ir de espaldas, guiando a Jake. Él se mostró un poco inseguro al principio, luego se desenvolvió mucho más. Esto iba muy bien. Yo estaba mirando nuestros pies, para evitar un tropezón, luego levante mi vista y vi a Jake mirándome con una gran sonrisa. Le devolví la sonrisa y seguimos así…hasta que nos caímos.
Caí en mi trasero. Jake en el suyo.
-¿Estas herida? – me pregunto Jake.
Ya se había puesto de pie y había llegado a mi lado. Me ayudo a ponerme de pie.
-No, ¿y tú?
-Yo estoy bien.
Comencé a reír.
-¿Qué pasa? ¿Por qué ríes? – pregunto, su labio comenzando a curvarse hacia arriba.
-Debiste haber visto tu cara – conteste, aun riendo - .No fue tan malo como esperaba. Fue divertido.
-¿Fue divertido caerse?
Asentí.
Jake rio.
-Ven vamos – propuso.
Tomo mi mano. Sabía que estaba esperando que me pusiera delante de él y seguir como lo estábamos haciendo hace un rato. Pero me quede a su lado, sujetando su mano, y comencé a patinar. Jake me siguió.
-¿No seguiremos como estábamos hace un rato? – pregunto.
-No – respondí - .Creo que ya podemos ir así. En realidad creo que me mentiste Jake.
-¿Qué? – sus ojos se abrieron mucho.
-No es nada por lo que alarmarse – le tranquilice - , es tan solo que me dijiste que eras pésimo en esto y resulta que no lo eres. Creo que era solo un pretexto para estar más cerca de mí. – bromee.
-¿Cómo lo supiste? – siguió la broma.
-Solo lo adivine.
-Yo que creía que seguía teniendo oportunidad. – hizo como si estuviera decepcionado.
-Hagamos una carrera. – propuse.
Jake mi dio una mirada incrédula.
-¿Sabes que yo de verdad soy pésimo en esto?
-No, no lo eres – refute y solté su mano - .Comenzamos cuando cuente tres.
-Ness, no me parece…
-Uno. – me prepare.
-No me parece una…
-Dos. – le interrumpí de nuevo.
-Esto no va a ser una buena idea. – miro al frente, listo para comenzar a correr por la pista.
-Tres.
Comencé a patinar a una velocidad humana, no podía olvidar que estaba rodeada de humanos.
Iba a la delantera, estaba segura que Jake iba detrás de mí. Quería darme la vuelta y mirarlo intentando alcanzarme, tal vez estaba tropezando y cayendo y volviéndose a levantar. De verdad quería darme la vuelta…pero no lo iba a hacer.
Reduje un poco la velocidad, ¿Qué pasaba con Jake?
Justo cuando estaba dispuesta a darme la vuelta y mirarle, alguien me tomo de la cintura en un abrazo. Era Jake. Estaba riendo. Yo también comencé a reír. Jake tenía sus brazos envueltos en mi cintura, ambos estábamos riendo.
-Ya me estaba comenzando a preocupar de que estuvieras en algún lugar de la pista inconsciente y caído. – bromee.
-No podía dejar que ganaras. Esta fue la única forma que se me ocurrió para detenerte. – murmuro en mi oído.
-Fue una excelente forma de hacerlo.
Me di la vuelta. Jake me dio un beso en la frente cuando lo hice.
-¿Pero no son las cositas más tiernas que jamás hayan visto? – exclamo una voz femenina, familiar a mis espaldas.
-¿No se dan cuenta de que tienen público infantil? – exclamo otra voz, esta vez masculina.
Me di la vuelta y me lleve una muy buena sorpresa. Emma y Jason estaban allí, detrás de ellos estaban Michael y Jenna.
-Hay no – me lamente - ¿Qué están haciendo aquí?
-Hola Nessie – contesto Jenna - .Lo sé. También es bueno verte. Nosotros estamos muy bien, gracias por preguntar.
-Eso fue un bonito recibimiento. – dijo Michael con sarcasmo.
-Estamos aquí porque te estuvimos llamando por la mañana y no contestabas – explico Emma - .Te llamamos una mil veces a tu teléfono y no contestabas. Al final, a eso de las 9:30, alguien contesto. Era un hombre. Yo creía que era Jacob pero después me di cuenta de que no era él. Le pregunte al hombre quien era. Ya estaba comenzando a desesperarme, creía que te habían robado el móvil. En fin, él me dijo que era Emmet. Yo estaba muy confusa. Yo pregunte por ti y el me dijo que no estabas, que habías salido con el perro – típico de Emmet - .Luego me dijo que estabas aquí. En Seattle, en la nueva pista de patinaje. Le pregunte porque tenía tu teléfono y me dijo que era tu primo, casi tu padre, y que tenía derecho a contestar el teléfono.
Eso era algo que no me iba a perdonar a mí misma en muchísimo tiempo. Había dejado el móvil en casa apropósito, no quería a nadie interrumpiendo ni nada. Eso había sido el peor error. Dejarlo con Emmet.
-Nosotros también queríamos venir aquí – continuo Emma - .Algún día. No precisamente hoy. Pero ya que ustedes estaban aquí – se encogió de hombros - .Fue una buena excusa para venir. Hola Jacob.
-Hola. – respondió Jake, notaba que con una sonrisa.
Emma me miro con una sonrisa también. N o pude evitar devolvérsela.
-Hola. – dije.
-Bien – dijo ella - , ahora a lo que vinimos.
-Y eso sería… - inquirió ella.
-Patinar. – respondió con mucho entusiasmo.
-A por ello. – dijo Michael.
En realidad no fue tan malo estar en la pista con mis amigos. Pero hubiera preferido pasarla sola con Jake.
Cuando ya nos íbamos a ir, Jake y yo ya sabíamos patinar muy bien. Nos fuimos a las 2:30 de la pista de patinaje, a encontrar un buen lugar en donde comer en Seattle. Jake me decía que estaba famélico. Aunque él siempre tenía hambre. Jake y yo íbamos en mi auto y Emma, Jason, Michael y Jenna, en el auto de Jason. En realidad era una camioneta. Era una Toyota Hilux del 2003 de color blanco.
-Voy a morir de hambre. – se quejó Jake a mi lado.
Yo estaba conduciendo. Conocía un muy buen local que estaba cerca de las tantas veces que había venido con Alice.
-Espera un poco. Llegaremos en unos diez minutos, como máximo. – le calme.
-Ness, quiero que sepas… - estiro la mano y señalo al frente. Hablaba con voz estrangulada – la veo. Veo al luz – estaba bromeando - .Debes saber que yo…siempre te amare.
Vi por el rabillo del ojo como Jake tiro su cabeza hacia atrás y cerró los ojos.
Comencé a reírme.
-Y así concluyo tu brillante actuación – dije - .Eso fue fuerte. Una muerte lenta, dolorosa y muy, muy trágica.
-Muy lenta y muy dolorosa – abrió los ojos - .Así será el final de mi ida si no te apuras.
-Jake, tu siempre tienes hambre. Espera un poco.
-Tienes razón – concordó - .Yo siempre tengo hambre. Pero Ness, así soy yo.
-Sí, lo sé. Y me gustas así – dije con mucha sinceridad - .Solo ten paciencia. Ya vamos a llegar.
-Espero que tengan buena comida por lo menos. – farfullo.
-Espera a que lleguemos.
A los diez minutos llegamos al pequeño local. Los chicos vinieron con nosotros. Nos sentamos en una mesa y todos pedimos algo. Hasta yo tuve que pedir algo. Era algo pequeño, como todo lo que yo pedía. Comimos, charlamos y pasamos un buen rato.
-Fue un buen día. – dijo Jenna.
-Sí. En especial esa parte cuando llegamos y Jacob y Nessie estaban haciendo un buen espectáculo – dijo Michael, burlándose.
Lo fusile con la mirada.
Sentía mis mejillas calientes, sabía que estaba sonrojada.
-Creo que es hora de ir a casa. – dije.
-¿No quieren hacer otra cosa? – pregunto Emma, mirándonos a Jake y a mí.
-Yo no – respondí con un encogimiento de hombros - .Estoy bastante cansada.
En realidad si estaba cansada. No había dormido muy bien, creo que tan solo dormí tres horas y luego estaba aquí. Estaba bastante cansada.
-Yo voy con Nessie. – dijo Jake.
-Oh. Está bien – acepto Emma, aunque parecía un poco decepcionada - .Nosotros tal vez iremos a ver una película. Llámame si cambian de planes.
Sonreí. Nos despedimos y nos fuimos.
-¿Conduces tú? – le pregunte a Jake.
El asintió y yo le pase las llaves.
-Fue mejor de lo que esperaba. – comento Jake.
-Yo pase un muy buen rato contigo.
-Y yo contigo. Deberíamos repetirlo.
-No.
-¿No? – Parecía desconcertado - ¿No te gusto?
-Sí, si me gusto – asentí - .Lo que quería decir, era que no deberíamos repetir venir a patinar. Deberíamos salir, pero a otras partes. Ya sabes, como si fuéramos una pareja cualquiera.
-¿Y qué hacen esas parejas?
-No lo sé – me encogí de hombros - .Supongo que van a ver películas, a comer...Cosas así.
-Bueno, lo que ellos hagan, nosotros podemos hacerlo mil veces mejor.
-Sí. – sonreí.
-Aun no me puedo creer que Emmet contestara tu teléfono y creyera que tuviera permiso. – Jake frunció el ceño.
-Lo sé – también fruncí el ceño - .Voy a tener una seria conversación con él. Él tiene sus reglas y yo tengo las mías.
-Espera – ahora estaba confundido - ¿Reglas?
-Sí, había olvidado decirte – suspire - ¿Recuerdas que Emmet dio algo sobre unas reglas cuando mi padre lo dejo al cargo? Bueno, ya las pensó. Tengo unas reglas para seguir.
-¿Hablaba en serio?
-Sip.
-No me lo puedo creer – Jake negó con la cabeza, incrédulo - .Esto de verdad va a ser una mierda.
-Ya lo creo.
Suspire.
Sabía que Emmet se iba a pasar con su nuevo papel. Esto se le iba a subir a la cabeza.
Esto seria, como Jake dijo, una mierda.
Llegamos a casa rápidamente. Jake conducía rápidamente. O era eso o era porque todos los trayectos se me hacían cortos cuando estaba con él.
-Billy dice que le debes una visita – dijo Jake - .Ya sabes que el viejo te quiere.
-Sí. Tengo que ir. Algún día – le pensé un poco - .Si es que Emmet me deja.
-Siempre te puedes escapar. – sugirió.
-Suena como una idea tentadora. Pero no puedo. Es una de la reglas.
-Genial.
Nos apeamos del vehículo y entramos en la casa.
-Que bien que ya están aquí – Emmet salió, con una gran sonrisa en la cara - .Creía que terminaría buscándolos por Seattle.
Le di un golpe en el brazo. Sabía que a él no le dolería mucho pero tenía que desahogarme de alguna forma.
-¿Y porque eso? – pregunto.
-¿Quién crees que eres? – le espete.
-Soy Emmet. Pero tú ya lo sabias. – bromeo.
-No. No es eso. ¿Quién te crees que eres para contestar mi teléfono? Eso no se hace Emm.
-Oh, te refieres a eso – el entendimiento llego a su rostro - .Oye, no es mi culpa que tus amiguitas llamen y tú no hubieras llevado tu teléfono.
-Aun así, no tenías por qué contestar.
-Pero…
-Sí, sí, fue mi culpa por no llevarlo. Simplemente no lo vuelvas a hacer.
El asintió.
Me senté con Jake en el sofá. Emmet se sentó en el sofá a nuestro frente.
-¿Y qué hicieron? – pregunto.
-Patinamos y comimos algo. – Respondí - ¿Dónde están todos?
-Alice y Rose están de compras – respondió Emm - .Carlisle está en el trabajo. Esme salió a comprar algo, no me quiso decir que. Y Jasper esta auto compadeciéndose.
-¿Y porque? – pregunto Jake.
-Porque le hice una broma sobre su bonita cabellera rubia. Al parecer tiene una baja autoestima.
-Ja ja. Muy gracioso Emmet. – dijo Jasper con sarcasmo, sentándose rápidamente en el sillón a mi lado.
-Gracias rubito. – contesto Emm, con una gran sonrisa burlona.
-¿De verdad vas dejar que Emmet se haga cargo de mí, sabiendo que estás tú? – dije dirigiendo a Jasper.
-Si – me respondió - .No es por nada malo Ness, pero si tu padre regresa y algo malo te paso…A Emmet no le quedaran ánimos para volver a bromear en toda su existencia.
-Ah – Emm hizo como si estuviera ofendido, se llevó la mano a donde está el corazón - .Eso es un golpe bajo, incluso para mi rubito. ¿Dónde quedo el amor fraternal, eh? ¿Dónde quedo?
-En algún lugar recóndito del planeta. – susurro Jake.
-Te escuche – dijo Emmet, señalando a Jake con un dedo - .Y siento mucho decirte que soy la mejor persona en toda la casa. Todos me quieren.
-¿Persona? – Siguió Jake, burlándose – Querrás decir muerto viviente.
-Ahora si te pasaste Fido – dijo Emm - .Cuando no hayan menores presentes – hizo un gesto a mí - , te voy a arrancar una pata.
-Y yo pienso arrancarte la cabeza – siguió Jake - .A ver si por alguna casualidad tu cerebro crece así.
Yo me estaba carcajeando.
La noche llego. Emm no nos dejó en paz un solo minuto del día. Siempre encontraba una excusa para estar con nosotros. Lo cual se estaba volviendo muy molesto.
-Te quiero – susurro Jake, contra mi boca - .Te suerte con Emmet.
-Eso es lo que necesito. Junto con un milagro – tome su cabello y lo atraje hacia mí - .También te quiero.
Nos besamos un largo rato. Luego sentí los ojos de Emmet encima de nosotros y al parecer Jake también.
-Te veo mañana – dijo.
-Te veo mañana.
Jake se encamino hasta su moto y se fue.
Entre en la casa, di las buenas noches a mi familia y me fui a mi habitación. Me di una ducha antes de dormir. Cuando me iba a meter en la cama el teléfono sonó. Eran mis padres.
Hable un largo rato con mis padres. Me dijeron que el viaje había ido de maravilla. El hotel en el que se quedarían era maravilloso. Todo estaba yendo muy bien para ellos. Yo les conté mi día. Papa comenzó a reír y mama también. Les di las buenas noches y me fui a dormir.
Vi un pequeño papel en la mesita de noche. Lo desdoble y sonreí.
Ten una buena noche. No te preocupes por Emmet, eso lo arreglare en cualquier momento. Ya te extraño. Fue un día maravilloso, al igual que lo es todo a tu lado. Te veré mañana muy temprano. Tengo una sorpresa y se llama reglas para Emmet.
Te amo.
Jake. Caí dormida de inmediato y tenía la certeza de que con Jake, nada iría mal. Nunca.
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Que hora es un su pais? A que horas estan leyendo esto? Yo lo estoy montando a las 2:45 PM, miercoles 26 de junio!