The Fire In My Blood
por:
Sookie Ateara Black
CAPITULO
1
Me levante de mi cama seguida escuche el hermoso aullido. En solo un salto al suelo me incorpore de pie y me coloque cerca de la ventana. Preguntándome… ¿me atrevería a retar las reglas que imponen mis padres solo por abrir la ventana?.
La respuesta era sencilla, si, me atrevía a eso y más solo por sentir la gélida brisa de la noche embestir mi morena rojiza piel. Era como sentirse libre, como sentirse en el espacio sin motivo de regresar seguida por una maldita responsabilidad que te ate a la tierra.
Así soy yo, así es Suki.
Sí, mi nombre es Suki… Suki Williams Ateara. Mi edad, bueno aun que tengo 17 años suelo tener un comportamiento abrupto a mi edad adolescentes. Soy rebelde que puedo decir, me gusta romper las reglas de mi hogar a cada segundo que tenga en frente y lo suelo aprovechar con colmillos y garras.
Por esta actitud que tengo últimamente, o siempre he tenido solo que menos notoria, ocasiono muchos problemas, tanto como sociales, familiares, escolares y hasta públicos. Pero es inevitable al parecer el peligro me persigo o si no es así, en reversa. La cuestión es que donde haya problemas por la casualidad del mundo siempre… estoy yo.
Hace poco recientemente me habían castigado, pero no fue mi culpa. La Zorra de Tatiana Miller me había aventado la bandeja en la cafetería del comedor que hay en la escuela. Realmente no me pude contener mas, por eso comenzamos una guerra de comidas y nos aventamos al suelo o mejor dicho la tire al suelo y le comencé a dar con cólera en la cara.
Lamentablemente como siempre he inevitable me echaron los veinte a mi por qué Tatiana era la única que llevaba golpes abruptos y moretones purpuras y rojos en el rostro y cuello, sin sumar los arañazos en sus pestañas y etcétera.
En fin… El director del instituto me expulso por unos dos días y de ellos este era el último, mis padres me regañaron con miles palabras y oraciones al igual que darme sermones, en último momento he estado sin salir de esta lúgubre habitación desde entonces. ¿Pero qué podía hacer?.
En último caso, no podía contener las ganas terribles de ver a la manada de lobos desplazarse no sin antes pasar por el bosque que abundaba afuera de mi ventana. Por eso abrí la ventana con sigilo expuesto, tan rápido la abrí una ráfaga de viento embistió mi rojiza piel morena sin más. Haciéndome sentir libre.
Serré los ojos y sonreí sintiendo la brisa fría y gélida de la naturaleza. Sintiéndome libre por enésima vez… desde el año pasado no la sentía así, al parecer la naturaleza estaba feliz por darle hogar a la manada de lobos con nuevos miembros, crías recién nacidas y otras de unos 2 meses.
El alfa de la manada aulló de nuevo. Sonreí fuertemente, me sente al umbral de mi ventana con cuidado de no caerme del segundo piso, y sin moverme espere a ver la manada de lobos que pasara por mi vista lo mas visiblemente posible. Hacía tiempo que los extrañaba, los lobos salvajes son mi pasión.
Apenas tenía 12 años cuando comencé a estudiarles de cerca, lejos y hasta en dibujos. De hecho mi cuarto era de este tema, los lobos, mis sabanas y paredes tenían sus formas y dibujos. Hasta tenía lobos en mis libretas.
En alguna forma me identificaba mucho con ellos, me gusta la velocidad y el peligro, el bosque y la luna, la vegetación y las cascadas, ríos o riachuelos.
No sé en que parte vivo, desde hace unos años se me había ido el interés de saber donde estoy. Nos mudábamos constantemente. De ciudad en ciudad al igual que país. Mis padres tenían mucho dinero, ¿Qué digo?!. Ellos tienen mucho dinero! Aun así no se cansan, deciden viajar. Mi madre es abogada graduada y muy profesional, mi padre es un zoólogo y uno muy conocido en toda la tierra.
Bueno volviendo al tema, nos mudamos cada año que podemos por cuestiones del trabajo de mi padre. la ultima fuimos a Japón, por los elefantes.
Pero eso fue hace mucho… ahora no sabía dónde estaba y ni me importaba… estaba muy feliz por tener la vegetación salvaje tan cerca aun que no tenga unos padres comprensivos.
Ellos… tienen una vida muy ajetreada como para prestarle atención a su hija menor y adolescente problemática. Estaban bien como estaban. Al menos Erick me fastidiaba y a veces me apoyaba, cuando tengo problemas en alguna parte el acude y me saca de ellos, es mi ángel guardián aun que el no sea mi hermano de sangre sino más bien por adopción. Pero aun asi nos habíamos creado juntos y muy cercanos. Como hermanos verdaderos nos cuidábamos y nos consolábamos por algún problema entre nuestros padres incomprensibles.
Ahora mis padres tenían una idea descabellada… creían que Erick era una mala influencia y que por eso estoy como estoy, como una rebelde adolescente, por eso están preguntándose si será mejor que me enviaran a vivir con mi tío… El viejo Quil Ateara.
Aun que sea imposible de creer no me llevo con el viejo Quil, es un amargado coronel de cuarta que si llegaba a caer en sus manos perdería la vida… la fiera Suki Williams moriría en ellas. El es un viejo decrepito sin sentido de la vida. Aun que no lo conocía de tan solo escuchar como lo llaman me aterro y me imagino las peores cosas posibles humanamente sobre naturales. Estaría más que perdida mi vida se iría por la borda. Y aun que suene descabellado sería capaz de perder la vida o algo.
Decidí dejar de atormentarme con estos estúpidos pensamientos y observar fijamente como la manada de lobos cruzaba el bosque en dirección al norte. El jefe de la manada era de color blanco como la nieve, parecía un espíritu como los de las leyendas que me contaban de niña en mi tribu.
Sonreí…observe a la luna, tan grande y redonda… aun que crea en Dios también creía en la luna y aun que ella no se asemeja a Dios sé que me puede brindar lo que pido de alguna manera. .. y pido una nueva vida mejor que esta, en la que me pueda levantar una mañana sabiendo quien soy realmente.
Aun que no lo crean y sea humana, una parte de mi, decía que no pertenecía a este mundo, no soy normal… nunca seré normal. De alguna forma, este no es mi lugar… y lo sentía en mis huesos. Solo que a veces pienso realista y digo “no seas estúpida Suki!, este mundo es normal y tu eres normal, deja de pensar así!” o cosas como “soy una demente como puedo tener una imaginación tan idiota.
En fin, la luna seguía brillando como nunca… ojala me escuchara. Entonces sin darme cuenta quede fundida en los brazos de Morfeo. Me dormí… sin más.
-Suki…- llamo una voz lejana. La conocía, pero estaba muy lejana y me encontraba cómoda como nunca lo estuve. Pero además de la voz sentía torpes toques en mi hombro constantemente.
Entonces caí en cuenta. ¡ESTOY MUERTA!. Papá no podía verme así y madre tampoco. Había violado la regla número dos, no se te ocurría abrir la ventana señorita! O estarás en graves problemas. La había violado, había roto la regla!.
Este era el fin de mi vida.
-¡SUKI WILLIAMS ATEARA!- grito mi padre furioso. Me sobre exalte.- te atreviste a romper la regla!, está decidido!, te enviare con mi hermano!. El Viejo Quil le encantara tu visita!, niña rebelde!.- grito en cólera cansado de tanto y serrando la puerta en un fuerte portazo. Me estremecí, del miedo.
-pero…-trate de articular una palabra, pero se me olvido todo al ver la desilusión de mi madre en los ojos.
- estas demasiado rebelde, Suki, iras en una semana, comienza a empacar, este viernes partirás.- dijo mi madre saliendo detrás de mi padre un poco enfadada. Dejaron la puerta abierta.
La había cagado había firmado mi sentencia a muerte. Todo por abrir la ventana.
Se preguntaran, ¿Por qué se alterara tanto de ese estúpido reglamento roto?. ¿Por qué se ha enojado y ha gritado al ver la ventana y ami dormir en su umbral.?.
Verán!, es muy simple!.
Estamos en medio de una naturaleza inmensa, ósea en el corazón del bosque. El peligro es que pudo haber entrado un animal salvaje a mi habitación y me habría devorado o mucho peor me hubiera caído de la ventana y ahora mismo estaría muerta. Y al mis padres pensar en perderme les ponía los pelos en punta.
No debí haberlo hecho o por lo menos, no debí haberme quedado dormida, mis padres tenían razón… era muy rebelde.
Pero esa no era la única razón por la que me enviaban a Forks, sino más bien era la decima razón. La primera es: por robarme una limosina Jeep, la segunda: por la pelea de la escuela con Tatiana, la tercera : por haber hecho trizas el pastel de bodas en la cafetería en la que trabajaba, pero eso fue un accidente y lo deje muy claro, la cuarta: por haberme emborrachado con el vino tinto de la santa sema en mi iglesia, la quinta: por explotarle el carro al director de la escuela en la que estaba hace apenas una semana atrás, sip, por eso me habían cambiado, la sexta: por haber liberado un tigre en el zoológico de mi padre, me introduje en grandes problemas cuando casi ataca al presidente, la séptima: por haber tirado basura en pleno bosque de osos cuando había gran parte de una familia en un picnic matrimonial bienvenida, la octava: por tener sexo en la playa con el salva vidas, por cierto era demasiado sexy como para dejarlo pasar, la novena: por tener sexo de nuevo en medio de una autopista con mi Ex!, y la decima esta mas que clara.
Aun así no me rendiría tan rápido, le enseñare a EL Viejo Quil con quien se mete. La fiera Suki no morirá tan dócil y fácilmente.
-¿te dicen que te enviaran a Forks, con nuestro tío decrepito y no haces nada, en qué mundo vives Suki?!- pregunto Erick entrando a la habitación abruptamente, exclamando y haciendo gestos en el aire de la histeria. Serró la puerta detrás del dándole un punta pie. Me aferre a la realidad. Apenas en unos segundos me había ido en un viaje lejano.
-¿perdón?!- exclame- no hay nada que hacer, ya no puedo hacer nada… - dije con furia. Gire mi rostro hacia la naturaleza de las afueras de mi ventana.
-¿no me digas que dejaras tu título en juego, Suki?, no lo puedo creer, enserio te rindes…- dijo sentándose en la cama observándome. Gruñí muy bajo.
-no-dije mirándolo asesinamente- si creen que ese viejo de crepito de Quil podrá conmigo se equivocan, si quieren guerra, guerra tendrán hermanito…- solté poniéndome de pie con valentía.
-al fin has llegado al mundo fiera…- soltó recostándose en la cama con sus brazos musculosos detrás de su nuca.- ya pensaba que había perdido a mi verdadera hermana.-se burlo.
-ja, ja, me parto de la risa.- solté con acides. Sonrió.
Abrí el closet y comencé a empacar, al menos la suficiente ropa como para irme a vivir a Forks…
…
-¿Qué, Que.?!- exclamaron mis dos mejores amigas desde las video Webs. Tenían sus ojos como platos al darles la noticia he información e todo lo que había ocurrido.
Yo me introducía a la boca una cucharada enorme de mantecado de chocolate con chispas de almendra y algodón. Masticaba sin ánimo, de hecho había pasado esta semana así, hoy era Miércoles.
Y por mi mala suerte hasta el viejo Quil, el muy amistoso, me quería conocer, de hecho lo deseaba. Dice mi padre que hasta corrió la noticia por todo el pueblo y tribu. Y todos estaban igual de emocionados, aun que no me enojo habían pasado apenas 15 años desde la última vez que los vi… y lo único que recuerdo del viejo Quil es su aterradora mirada, que hacía que esta me orinara encima cuando apenas tenía 4 años.
-¿bueno y cómo? Cómo has dejado que pasara?!- exclamo Karina histérica con su rostro muy cerca de la pantalla.
-si!- exclamo Jesenia siguiendo- además!, te lo advertimos ¿no, Suki?!- Señalo a la pantalla a mi dirección- te advertí mejor dicho, te dije! : Suki, hazle caso a tus padres ellos tienen razón, estas muy rebelde y fuera de ti!, mas tu como si nada!, como si el cielo no se cayera y tus padres solamente te hablaran mierda, si, si!, Jesenia ellos no me mandaran, no se atreven, PUES MIRA Y TOMA!- dijo con drama lo ultimo Exclamando le a la pantaña.
Entorne los ojos, ellas tenían razón.
-lo siento, es todo, además no me pude contener, amo a los lobos salvajes!, ¿Qué nadie lo entiende, que solo fue un impulso inocente y natural!?- exclame tragando de cantazo el frio puño de mantecado en mi garganta.
-si!, aja!- grito Karina- igual que el impulso inocente de chingarte al caliente salva-vidas en la caceta!- exclamo irritadamente enojada.
-eh!, eso fue incontenible y además no había ninguna ley que lo prohibiera!- adverti señalando a la cámara, para que mi dedo se viera grande.- además es muy caliente no saben como me…-
-Cállate, Suki!- gritaron ellas al mismo tiempo haciendo que me partiera de la risa.
-eh!, pero son mis amigas, no que nos contamos todo con detalle!- dije entre risas.
-todo menos nuestra vida intima sexual y psicológica!- dijo Jesenia.
-ya esta bueno, Suki, apaga la laptop!- toco mi madre la puerta, hasta para usar mi laptop tenía tiempo de usarla, eran muchas reglas.
-uf!, mejor cortamos amigáis tal vez nos podamos hablar algún día allá en…-busco el nombre en su memoria mental.
-Forks- solté desconectándome enojada.
Le entregue a regañadientes la laptop a mi madre.
…
-Ya termina de desayunar!, se te ira el avión!- exclamo mi padre sacándome arrastras de la cafetería del aeropuerto.
Me entrego los boletos y sin siquiera darme un beso se despidió con la mano dejándome en la fila y se fue con mi madre.
¿Cómo diablos unos adultos así lograron concebirme?!- pensé con acides. Se notaba la cercanía que tenia con ellos, ¡TANTO!, que hasta se iban sin abrazarme y mucho menos sin un de extrañare con un beso en la frente.
Hastiada me subí al avión y acomode mi equipaje. Me sente y me coloque mis auriculares de mi Mp4. Escuche música disco y a la moda de Rihanna, Lady Gaga, Nicki Minaj y Beyonce. Me dormí en el avión, con la esperanza de que este vuelo estúpido hacia mi muerte no demorara tanto como en las películas.
Maldije por lo bajo al despertarme por las turbulencias del avión, por suerte para mí!, mi Mp4 se quedo sin batería. Genial!. Un motivo más por odiar los viajes a larga distancia.
Mire por el ventanal. Nubes y más nubes negras. Que ilusión!, estoy en el infierno!, con truenos y toda la cosa no podía ser más infernal!.
Entonces un tecleo de laptop llamo mi atención, a mi lado un señor muy apuesto parecía tener unos veinticinco años por lo mucho, su piel era muy blanca como la nieve y su cabello irradiaba como el sol de lo rubio que era, sus labios rosados y con una bata de doctor blanca súper limpia estaba vestido. Dios este hombre irradiaba sexo por todas partes, pero no acelero mi corazón, por alguna razón una oleada de fiebre baja inundo mi columna, la ignore… pero el olor del hombre no lo encontraba muy exquisito como quisiera era muy dulzón.
Pero al menos llevaba una laptop eso me podrá ayudar a gargar aun que sea 15 minutos mi Mp4.
-perdone, Señor…- le llame, el me miro rápidamente, sus ojos eran color ambarino. Me sorprendi por su calida sonrisa.
-¿si?-pregunto curioso. Sonriente muy halagador por cierto, su belleza era extrema.
- me preguntaba si usted podría dejar que gárgara mi Mp4 con la energía de su Laptop 2000.- le dije con decisión y segura de mi misma.
- claro, ¿Por qué no?- dijo cediéndome una parte de la Laptop para cargar mi reproductor.
-gracias…-dije gentilmente mientras conectaba mi reproductor. Después de eso el no tuve más platica con el adonis doctrino.
…
El avión aterrizo y estuve por ver el cielo cuando lo desaborde, me disgustan los sitios serrados… eso me aturde y por ningún momento quería tener un trauma de espacios serrados.
Eran como las 8 de la noche. Me encontraba apestosa a mi misma. Por eso conseguí un baño y en este me cambie todo, suerte que tenia shops de bebes para emergencias así!.
Me puse unos pantalones de motociclista súper apretados a mis redondos y hermosos glúteos y pantorrillas. De camisa una de finas tirillas con botones en medio de mis pechos para serrarla, la subí como 6 pulgadas. Esta apretaba un poco mis redondos pechos ajustados, haciendo que resaltaran un poco. Pe puse una cazadora sin mangas, abierta. Con unos zapatos tenis de soldado en guerra de negro carbón. Me los ajuste.
Amarre mi largo y lacio cabello en una coleta alta con un flequillo hacia atrás, creando una montañita profesional. Me puse unas pantallas platas grandes y redondas, suerte que no pesan, son tan grandes que cabrían como pulsera en mis brazos.
Tenía delineador negro como la boca de un lobo, alrededor de mis ojos, resaltando el caramelo crema de estos. Siempre me habían dicho que eran los ojos más hermosos y únicos de esta tierra y que solo un 1% de los peatones del planeta podían poseerlos. Coloque un poco de brillo en mis labios rojo carmesís por naturaleza.
En fin, Salí del baño directo a las afuera de el aeropuerto. Pasando por todo el bullicio de carteles esperando a personas.
Mi padre me había dando un mapa con la dirección de la casa de El viejo Quil. Llame un taxi, lo que fue súper difícil! A esta hora. Por suerte para mi el taxista moreno conocía muy bien al el viejo Quil y se impresiono mucho cuando le dije que era… su… sobrina. En menos de un momento me dejo en la asera de la casa de mi… tío no amigable.
Tome mi maleta y a regañadientes con cólera y rabia retenida por el encarcelamiento que me esperaba toque la puerta tres veces como si la fuera a derrumbar. No había silencio, habían muchas risas y chistes de parte de unas voces muy masculinas con un par de voces femeninas.
Pero tan pronto toque la puerta como ogra todas se silenciaron. Me reí por dentro, ahora vera ese viejo de que soy capaz.
La puerta se abrió y frente a mi un chico un alto un poco robusto un musculatura y estaba semi- desnudo, no llevaba camisa solo unos jeans desgastados hasta la mitad de la rodilla, con un tatuaje de un lodo en el hombro.
-Hola! Yo…- se iba a presentar pero puse mi mano derecha como en stop, para que no me hablara… un Viejo lo echo para un lado con un bastón, cuando vi sus ojos supe quien era… y sin aguantarme lo encare con rabia rechinando mis muelas.
-solo quiero decirle, que fui obligada a venir aquí!, pero eso no significa que podrá manejar mi pellejo como se le antoje.- solté con acides, escupiendo con rabia mis palabras. Para mi sorpresa el viejo sonríe.
-¿pero de qué diablos se ríe?!- casi grite tirando la maleta, escuche el crack se sus gomitas contra el suelo ser comprimidas.
-eres igual que tu abuela…- soltó sonriéndome. Gruñí. Estaba muy enojada.
Pase por medio del chico con los ojos de plato y del viejo que sonreía al ver mi actitud de fiera. Ni siquiera mire a la sala solamente subí escaleras arriba, me gire en el segundo escalón sobre mis talones.
-¿Dónde rayos se encuentra mi habitación?!- exclame gruñona. Frunciendo los labios.
-Quil… lleva a Suki a su habitación…- le dijo el viejo al chico. El sonrió y asintió. El chico cogió mi maleta como si fuera pluma y me paso por el lado brincando las escaleras de tres en tres. Le seguí pisándole los talones.
Pasamos tres puertas y la de el fondo que daba hacia el bosque era la mía, ya que el dejo la maleta sobre mi cama. Sentí una pulsión por llegar a la ventana, y lo hice… pero no me gusto lo que vi… la ventana tenia barrotes. Me gire en mis talones a punto de gritarle miles de palabras soeces de las millones que me sabia, pero el muy estúpido con una sonrisa picarona serró la puesta con llave, y esta solo abría y serraba con esa llave.
Me altere, tire la maleta al suelo, parecía una malnacida loca rebelde encarcelada por días, pero ellos apenas se iban a enterar.
Abrí la ventana lo mas que pude con una fuerza increíble, ya que esta tenia clavos bien incrustados, pero… yo los arranque subiendo la ventana de una. Soy muy salvaje, lo admito… pero no me gusta estar encarcelada, lo odio. Jale hacia afuera los barrotes, pero estos ni se movieron. Entonces use mi patada aprendida en karate, si, había tomado clases desde que tengo 12 años… por cierto era la estudiante mas fuerte y una estupenda gladiadora en la hora de combate.
Con una fuerte patada y un “Kea” en grito los barrotes se desprendieron como plumas y cayeron al suelo haciendo un gran estruendo.
-la puta madre…- exclamo una voz varonil y sexy- pero que…- no lo escuche nada más.
Así sin más salte por la ventana estilo clavado y rodé una vez al tocar el suelo de forma profesional, fui gimnasta profesional y estuve en las mejores competencias del mundial, sin manos posicionada como un atlético corredor comencé a correr a todo dar, lo más rápido que me permitieron los pies. Y por suerte vi en la acera una moto negra, con brillo implacable. Por suerte para mi tenía las llaves puestas, por eso así y sin más me monte y pise fondo en ella.
Sentía la adrenalina contenida de hace semanas explotarme por cada poro y célula de mi piel, haciéndome sentir libre. No sabía a dónde me dirigía, no tenía dinero y tampoco tenia hambre… solo quería ir a las calles del pueblo indio para explorar el área. Tarde o temprano tenía que regresar y me llevaría muchas consecuencias pero no lo podía evitar, la libertad y adrenalina eran dignas de una loba simbólica como yo.
Me detuve en una tienda de antigüedades Quileontes, era de mi tribu, y quise explorar en ella quería ver que tenia esta que podía recordar.
Estacione la moto frente a la tienda y entre a esta.
Tenía un olor esquicito a bosque y madero húmedo, como si en realidad hubiera llovido aquí adentro. Sonreí… extrañaba tanto este aroma… entonces vi una foto que me saco de honda… era una montaña llena de nueve en la copa, conocía esa foto donde sea… la había tomado yo… y no tan solo eso, había copias de ellas era una postal de excursionistas. Tome una y la mire atentamente… inhale y exhale tratando de no llorar… recordaba muy bien ese momento como si hubieran sucedido solamente minutos…
Flash back.
Estábamos frente a la montaña, yo y Jacob con el viejo Billy… todos llevábamos prendas de algodón por el frio, estábamos cubierto de pies a cabeza. Yo apenas tenía unos 4 o 5 años. Y Billy me había prometido salir a ver la montaña pero de lejos… claro está. Cuando la vi me quede de piedra.
-¿te gusta?- me pregunto Billy cerca de mi oído. El era como un padre mas para mi… uno mas responsable, y Jacob era mi mejor amigo y primo por elección.
-Chií!!!- dije con un ligero temblequeo de dientes.
-Suki, pareces macarena!- soltó Jacob riéndose… el tenia unos 11 años, pero siempre estaba con el…
Le saque la lengua, Billy se sonrió.
-Por que no le sacas una foto!, podrías ganar dinero con ella…- dijo Billy de momento pasándome una cámara.
-camera!, camera!- dije, bueno para ese tiempo no hablaba muy bien que digamos en fin, era una niña.
Me paso la cámara y tome la foto, quedo muy de revista. Sonreí.
Flash Back Out.
Sentí una lagrima cruzar mi mejilla. Extrañaba mucho esos tiempos… tan hermosos, tan deslumbrantes… a veces quisiera volver hacer una niña y no una adolescente rebelde como ahora me llaman.
-eh!, ¿Por qué una chica tan bella como tu esta llorando asi?-pregunto una voz curiosa a mi espalda. Limpie la lagrima y voltee rápidamente. Lo que vi me sorprendió demasiado. Era Jacob, Jacob Black, grande y musculoso con el pelo recortado, unos jeans desgastados y una camisa ajustada. Sabia que era el.
-Jacob…- le regaño la chica que sujetaba su mano entrelazada a la de el, era blanca como la nieve de rostro angelical con la forma de un corazón, con sus ojos marrones chocolatitos y sus labios rosados, estaba roja de la vergüenza.
Jacob abrió los ojos como platos al verme… había pasado tanto tiempo.
-Hola, Jake…- le dije un poco tímida sonriéndole.
-Suki!- exclamo soltando la mano de su chica y abrazándome y alzándome por los aires, dando vueltas y vueltas. A una velocidad no humana.
-Jake… me…me mare…o- logre decir, me estaba comenzado a marear y algo no muy hermoso quería salir por mi garganta. El rápido de sonrojo y me puso en el suelo un poco avergonzado y volvió al amarre de su novia. Esta lo miro un poco curiosa y molesta.
-oh!, lo siento, Suki ella es mi prometida! Renesmee Cullen y Renesmee ella es mi hermana por elección Suki Williams Ateara- le contesto sonriendo.
-mucho gusto…-le sonreí con una sonrisa complaciente.
-oh!, tu eres la sobrina de El viejo Quil!- exclamo abriendo los ojos de par en par. – me dijeron que ibas a regresar después de 15 años!, sentía mucha curiosidad!.- exclamo sonriendo, notablemente ¿feliz?.
-oh!, bueno pues aquí… estoy!- dije un poco irritada conmigo misma, no me gustaba ser sobrina de ese viejo. Jacob lo noto y frunció el seño.
-oh!, que felicidad!, Jake me ha hablado mucho de ti!, pero no pensé que fueras tan hermosa! Y que tuvieras unos ojazos tan increíbles!- volvió a exclamar sorprendida.
-si… bueno… herencia ¿supongo?- dije encogiéndome de hombros y devolviendo la postal a su lugar.
-te escapaste… -soltó Jake de momento. Exhale con cansancio.- si lo hiciste… y de hecho con la motora de Embry…- se cruzo de brazos.
-No me escape!- solté mirándolo asesinamente, el abrió los ojos como platos.- me obligaron a venir a este pueblucho por mi rebeldía, ENTRE COMILLAS!, solo para, DOMAR!, mi rabia…- solté sintiendo esa fiebre de mi columna más cerca. Mis manos temblaban… Jacob lo noto.
-Suki, Estas bien?- me pregunto sin acercarse.
Respire hondo, necesitaba aire, me concentre en el aroma a madero húmedo del bosque. No sé cuanto paso pero logre calmar mi pulso abrupto y abrir los ojos.
-si…-conteste finalmente- solo… este tema de ser sobrina de ese vejete… y lo de mi… rebeldía… me están afectando mucho…. Y quisiera que no mencionaran nada de eso ¿sí?- dije al fin mirándolos a los dos más relajada. Jacob Arco una eja.
-okey…-dijo Jacob dudoso y lentamente, me observaba atentamente.
-creo… creo que debo irme…-dije despidiéndome con una asentimiento de cabeza y una sonrisa borde, Salí de ese lugar dejando a Jacob y a Renesmee atrás. Me monte en la moto sin más y arranque… seguí la poca memoria que me quedaba y llegue a la casa del Viejo Quil, deje la moto bien aparcada y abri la puerta sin más, empujando con esta a Quil, apretándolo con la pared por el impulso.
-Auch!- gruño.
-Me la debías por encarcelarme, Brabucón!- le solté en la cara poniéndome de puntillas, por cierto era mi primo y mi primita Clary tiene que estar rondando por ahí.
-Huy!, que genio!- soltó una mujer, que a velocidad veritigoza gire a verle la cara con mirada asesina. Tenía el pelo corto hasta el cuello, moreno, bello con facciones de pura tribu indígena, alta igual que yo.
-Cállate!- le solté en gruñido. Encarándola con fiebre en las venas. Sentía que mis manos temblaban con un toque de brusquedad, Quil y la morena se enviaron miradas de culpabilidad entre sí. Solté un gruñido entre dientes y que resonó en mi garganta. Escondí mis manos en mis bolsillos delanteros.
-Oye!, tu robaste mi moto!- soltó un moreno raro con músculos, debía de ser el amigo inseparable de Jacob y Quil, el tan Embry.
Le gruñí con la garganta, sonó un poco aterrador y brusco.
-okey, tómala cuando quieras…-soltó el volviendo a sentarse. Lentamente arrepentido.
-Suki…-llamo el viejo desde la terraza... de piso… Salí directo hacia allá dando zancadas…el estaba sentado, con el bastón en su regazo. Observando el bosque como si algo le diera una respuesta.
-¿Qué?!- solté con acides.
-Inhala y Exhala…- me pidió sin aun mirarme….
-¿Qué?!- volví a soltar con un gruñido.
-solo así podrás respirar…- sonrió.
Era cierto, había dejado de respirar por unos momentos. Lo hice un poco reprocharte, pero sede… inhale la naturaleza, el exquisito aroma a bosque y humedad que este desprendía exhale… con más calma… el temblequeo de mis manos seso. Y mi tío vejete comenzó a hablar.
-te obligaron a venir, como te obligaron a abandonar tu hogar de nacimiento.- dijo más tranquilo que nunca observando al bosque.- sé que no soy muy sentimental, pero de una cosa estoy seguro….- esta vez me miro con ojos penetrantes- no te arrepentirás de haber regresado…- sin más giro a ver el bosque, donde salían 3 hombres robustos y musculosos… haciendo ruidos de aves. Se veían muy sexys, desprendían sexo de cada partícula de su cuerpo.
Entonces Quil y la chica se posicionaron a mi lado, sin quitarle la vista al igual que yo a esos tres chicos… eran Sam, Paul y Jared… nunca los olvidaría… jamás… eran los amigos de juegos de Jacob, Embry y Quil. Aun que Jacob no se llevaba muy bien con Paul.
Se acercaron sonriéndome ampliamente. Arque una ceja.
-¿Qué diablos, hacéis aquí!?- exclamo un gruñón viejo Quil. Me aguante la risa, mira ahora quien parece mariposa.
-oh,oh!. Te lo dije Sam- dijo Paul, Sam gruño por encima del hombro, y este hizo con la mano que serraba su boca como zipper.
-bueno… nos enteramos de que Leah estaba ayudándote con la cocina y pues…- comenzó Sam, y señalo a Jared y Paul.
-Que imbécil!, primero muerta!, no les pienso cocinar!, vete con tu manada de perros idiotas en dirección hacia su culo y déjenme en paz!- escupió la chica de mi lado con tono acido.
-vaya!, hasta que hablo la harpía!- soltó Paul. Burlonamente.
-mira cabron dejadme en paz con esa mierda!- exclamo dando un paso hacia el.
-ya basta!- soltó Sam enojado notablemente.
-no me vengas con esa mierda de vocecita de alfa Sam, sabes muy bien que no pertenezco a tu boyo de buitres!- soltó mordazmente.
-Basta!- soltó una voz conocida, era Jacob… estaba saliendo del bosque vestido igual que los otros chicos, estaba acompañado de dos hombres, no tan grandes, musculosos y altos como él.
Se acerco dando zancadas hacia nuestra dirección.
Todos se miraron cómplices, excepto el viejo Quil que sonreía como espectáculo. Le sonreí a Jake, por alguna razón sonrió pero no totalmente feliz.
Al fin estuvo en el círculo de idioteces y se cruzo de brazos al igual sus seguidores.
-¿Qué diablos haces aquí, Sam?- se güiro Jacob a preguntarle.
- no tengo por qué darte explicaciones, malditacea!- gruño este sin mirarlo.
-están… en mi casa, y se tienen que comportar!- bramo El viejo Quil.
-¿Dónde demonios dejaste a mi hermano, Jacob?- soltó Leah esquivando audazmente la petición de mi…el Viejo Quil.
Este se puso nervioso y se rasco la nuca…
-el… esto… el…- dijo Jacob mirando a todos lados y rascándose la nuca.
-Demonios, Jacob!- exclamo Leah con rabia, corriendo en dirección al bosque. Este sonrió cómplice, rascándose el cuello.
- he! Leah no pude hacer nada, el esta raro últimamente….no me quiere hacer caso y sabes que detesto usar la maldita vocesita.-
No sé por qué… pero mi cuerpo se puso raro…
Los temblores de mis manos aumentaron abruptamente, llamándole la atención a todos los presentes. Mi corazón bombeaba a mil y mi respiración no daba a mas… comencé a sudar frio, todo mi cabello se comenzaba a mojar.
Me las metí en los bolsillos en un intento de que pararan de temblar.
-¿pero qué demonios…?- Paul dejo al palabra en el aire. Yo le gruñí desde la garganta. Mire a todo el mundo que me observaba embobado. Mire el piso y sin más me introduje ágilmente hacia los adentros de la casa.
-¿ella esta bien?-pregunto Jared.
-Suki…- llamo Jacob pisándome los talones, lo ignore.
Subí las escaleras lo más rápido que pude, pero en dos zancadas Jacob se posiciono frente a mí.
-Suki… ¿Qué que te paso?- pregunto temeroso, lento y dudoso.
-no sé de que hablas…- trate de esquivarlo, pero con su enorme cuerpo me fue imposible.
-no inventes… ¿y ese temblor de manos, seguido por el gruñido de advertencia hacia Paul?-
-es… una enfermedad que tuve de niña aquí. Al parecer después de quince años volvió a hacerse notar…-solté logrando esquivar su cuerpo audaz mente.
Por fin lo calle, aun que nunca le dije por que gruñí. En realidad… no tenía ni idea. En fin, subí a mi pieza para ducharme y descansar. Supe por la puesta de sol que eran las 7:30, y así sin más me duche con agua bien fría. Quede estupenda. Me sentí, odio decirlo, pero me sentí en casa… me sentí devuelta a donde pertenezco. Con una toalla envuelta en mi cuerpo, Salí de el cuarto de baño. Me lleve una gran sorpresa al ver que en mi habitación se notaba con todo su esplendor la hermosa luz de luna, que por cierto daba a mi cama. El cuarto no era de revista pero si era digno de mi humildad.
El cuarto era pequeño. La cama era sencilla y pequeña para solamente una persona. Esta estaba debajo de la ventana, donde los potentes rayos de luna podían tocar mi piel sumergida en las sabanas. Solamente había un maletero, del único lado disponible de la cama, del lado izquierdo, y siguiente a este estaba el pequeño closet junto con mis maletas y equipaje que trajo el autobús.
Me puse unos shorts elásticos y una camisita de gimnasio, ambas de color celeste. Me acosté boca arriba pensando…
Seria cierto lo que me dijo el viejo Quil. ¿Seria cierto que no me arrepentiría de estar aquí?. Acaso el tenia esperanza… pero ¿de qué? ¿De mi? ¿Por qué?...
Y Jacob, ¿Por qué diablos todos me miraban así, solamente cuando me temblaban las manos y gruñía?.
Pero… ¿Por qué me sucedía esto?. No sabré a que me estaré enfrentando con mi cuerpo, pero eso no evitara que no vaya al hospital. Mañana mismo iré al hospital. ...si, definitivamente....
Y en ese momento me sumergí en los brazos de Morfeo. Con una terrible calor.
Esto es mucho por un dia...
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QUE DICEN CHICAS?! les gusto!?, o acaso tienen una humilde opinion?!. porfiiis dejenmelo saber!!!! con un hermoso comentarioooo!!!- XD besos y abrazos!!!
Att: Sookie_Ateara/Black