Nuestro autografo de Taylor Lautner |
|
Fan del Mes |
Nombre: Rocío Valverde Torres
Alias/Apodo: Rocio
Edad: 22 años
País: España-Madrid
|
Sister Sites |
|
Afiliados |
Si quieres formar parte de nuestros afiliados agrega este boton a tu web linkeando a nuestro blog y mandanos un correo a TeamTaylorSpain@hotmail.es con la dirección de tu Web y el link de tu boton. ^^
PD: El botón debe medir 100x35 (si mide más será redimensionado a este tamaño y no se promete la calidad en que se vea)
|
| | 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 | |
|
+59AnnaLia paola_pao(: Andii vacamila sofi-nessie.black aaangelitar Jéssica nessiecullenblack Mery Jacob Black elida12 balii de black(oficial) eviana ana.giron karladiaz Ewwa Cullen Black carolitablack adilene chana joadechile Acercats ValeriaNessie Pekeña Nessie maryaibiza Jcullen Sookie_Ateara/Black manue_spain lola Yohana johanna moullick2011 Gaby0490 martitalovetaylor NessieBlack<3 albita87 maryteresa21 kiani-chan ROSALIEMEYER02 sohamG95 romyblack vatz irenelovetaylor Nalotta LoveTaylor♥ Janess Anne17 onlysexyvampires Marina26 Day Black delzodriak Ingrid.Cardenash MariannBlack dessy6109 daniela_1505 Jacob♥ isSsabella Brenda Cristina Almeida Crisair JACOB&NESSIE 63 participantes | |
Autor | Mensaje |
---|
onlysexyvampires Nuev@
Mensajes : 118 Fecha de inscripción : 17/06/2011 Edad : 28 Localización : bariloche, argentina
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Jue Sep 01, 2011 10:53 pm | |
| nooooooooo un vampiroo?? quieen??? me dan muchisima ternura jake y nessie!!!!!!!!!!!!!! ya quiero imaginarme la cara de jake cuando tengan un bebe o algoooo no puedo parar de imaginar eso jaja y la cara de edward jajaja | |
| | | maryteresa21 Nuev@
Mensajes : 75 Fecha de inscripción : 07/07/2011 Edad : 34 Localización : Santiago,Chile
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Vie Sep 02, 2011 3:33 am | |
| | |
| | | Yohana Nuev@
Mensajes : 27 Fecha de inscripción : 04/08/2011
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Vie Sep 02, 2011 5:42 am | |
| Ayyyy mujer, me encanta como escribes , con esa forma tan detallista, que le haces imaginar todo el paisaje y los gestos de los chicos, me encanta, me haces vivir la historia... en fin, hasta ya me da alegria y miedo por Jake y Nessie... tu historia tiene, el drama, la aventura y por supuesto el amor, esta capitulo me encanto... Pobre Nessie, tan asustada por Jake jajaja, ojala y pueda tener su momento para probar sus habilidades medicas.... me dejas con la intriga por los hombres lobos que los rodean o vampiros o magos, en fin todo... Me alegra mucho que te encunetres mucho mejor y nos sigas consintiendo con tus bellas historias, ya sabes eres un | |
| | | Nalotta Nuev@
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 26/06/2011 Localización : Almería
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Vie Sep 02, 2011 11:23 am | |
| ¡Nooo, otra vez no, me niego a que aparezca ese asqueroso licántropo otra vez! ¿Es qué no va a parar nunca o qué? El capítulo está genial, de verdad. Si aparece el licántropo... ¿Las gemelas se enterarán de la existencia de metamorfos y vampiros? | |
| | | johanna Nuev@
Mensajes : 9 Fecha de inscripción : 08/08/2011 Edad : 34 Localización : el puerto de santa maria (cádiz)
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Vie Sep 02, 2011 3:54 pm | |
| Estoy deseando que vuelvas a subir otro capi!! ...Me tienes toda intrigada!!De donde me sacas todas esas ideas??Estoy deseando que escribas una historia de tu propia cosecha, no dudes en avisarme!!Besos y espero que escribas pronto!! | |
| | | JACOB&NESSIE Team Mariana
Mensajes : 414 Fecha de inscripción : 14/01/2011 Edad : 44 Localización : Asturias, España, en el bosque con Jake =)ººº
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Sáb Sep 03, 2011 3:09 pm | |
| ¡HOLA, GUAPISIMAS!
¡¡MUCHISIMAS GRACIAS LoveTaylor, vatz, Ali, maryteresa21, Yohana, Nalotta y johanna!!
Me alegro de que os gustase el capi, me hacéis muy, muy feliz =º) , ya lo sabéis
Os dejo una fotica de JACOB!!!! A ver si os gusta Mirad qué ojazos, qué miradaaaaaaaaaaaaaaaa, qué labioooooooooooooos!!!!!!! ¡Ains, cómo está el niño!
jejeje, bueno, y después de esto, os dejo el capi
-------------------------------------------------------------------------------------
EN MEDIO
Mi pulsera comenzó a vibrar con insistencia al instante, avisándome del peligro que se cernía sobre nosotros, y acto seguido diferentes crujidos de menor intensidad se fueron sucediendo con precipitación, cada vez se oían más cerca. Hasta que por fin pararon.
Entonces, los leños se me cayeron al suelo automáticamente cuando vi lo que vi, y Jacob tiró los suyos, poniéndose delante de mí súbitamente para protegerme, aunque no se transformó.
De entre las sombras de la copa de un árbol, apareció un ser monstruoso de ojos amarillos reflectantes, un ser con la forma de un humano descomunal cuyo cuerpo estaba bastante cubierto de un largo pelaje gris y cuya ropa estaba hecha trizas. No me lo podía creer. Era un licántropo.
Mis ojos ya no podían estar más abiertos, y mi cuerpo se puso a temblar de inmediato, del pavor que ese monstruo me producía. Ya habíamos combatido con seres mucho peores, pero el recuerdo que tenía de aquel horrible licántropo que me había acosado hace años todavía me congelaba el alma. Jacob lo notó y me cubrió más.
Ese monstruo pegó un ágil salto y aterrizó junto al tronco del árbol, a unos metros de nosotros.
―No te separes de mí ―murmuró Jacob. ―No ―conseguí musitar, con una respiración entrecortada.
El licántropo se quedó quieto, observándonos con esos ojos que brillaban en la oscuridad como los de un gato, aunque su repulsivo labio se alzaba para mostrar parte de sus colmillos y su respiración se asemejaba a unos incipientes gruñidos. Jake aguardó, expectante, y esperó a la siguiente reacción del monstruo para ver si se transformaba o no.
Durante ese transcurso de tiempo, me di cuenta de que este licántropo era del mismo tipo que el de Nahuel. Sus semejanzas físicas eran más que evidentes, pero había algo más. No había luna llena, y la noche todavía no había cubierto el cielo del todo. Los licántropos normales sólo se transformaban en la noche, y sólo cuando había luna llena, sin embargo, el licántropo mutado de Nahuel siempre seguía siendo licántropo de día, y sin luna llena por la noche. Pero tampoco se me pasó otra diferencia, y esta era la que me producía escalofríos. Los licántropos normales solamente perpetuaban su especie a través del contagio por mordedura, como los vampiros, sin embargo, estos otros licántropos podían hacerlo reproduciéndose. Recordé todo aquello sobre mis genes que nos había explicado Carlisle hace años y volví a sentir un rayo frío que atravesó mi cuerpo de arriba abajo. ¿Sería eso lo que quería este licántropo?
―Eres el Gran Lobo ―habló esa criatura de pronto, con una voz grave y profundamente gutural que hizo que incluso me sobresaltase.
Ya se me había olvidado que los licántropos pueden hablar, por eso me tomó por sorpresa. Era cierto, el licántropo de Nahuel también había hablado una vez, aunque sólo lo había hecho en una ocasión, y su voz había sonado enlatada y vieja, por no haberla usado en muchos años. En cambio, se notaba que este licántropo hablaba con más asiduidad.
Jacob se tomó su tiempo para contestar. Pero finalmente lo hizo.
―Sí, soy yo ―respondió, alzando la barbilla con autoridad y dominio―. ¿Cómo lo sabes? ―exigió que le revelase. ―Tu mirada es especial ―afirmó el licántropo. ―No me digas ―le dijo Jake, usando ese sarcasmo tan suyo―. ¿Y qué es lo que quieres?
Los repugnantes ojos de ese monstruo oscilaron hacia mí y mi cuerpo se vio invadido por otro escalofrío. Jake se agazapó un poco automáticamente.
―No se te ocurra ni el amago de pensarlo, ni siquiera te atrevas a mirarla ―masculló Jacob, con ira contenida, haciendo que el licántropo apartase la vista de mí al instante y sus pupilas regresasen a las suyas. No podía ver sus ojos, porque estaba detrás de él, pero por el tono de su voz y por la cara de ese licántropo sabía que eran extremadamente amenazadores y agresivos―. Si la tocas, si la miras, te mataré ahora mismo, ¿entendido? ―Dicen que eres inmune a nuestra mordedura ―más que una afirmación parecía que el licántropo estaba haciendo una pregunta. ―Veo que en el mundo de los licántropos las noticias también vuelan ―le corroboró Jake, siguiendo con la misma postura.
El licántropo se quedó mudo durante un par de segundos, mirando a Jacob fijamente, como con resignación.
―No he venido a por ella ―declaró ese monstruo finalmente―. Me he encontrado con vosotros por casualidad.
Parecía sincero. Pero mi pulsera seguía vibrando con insistencia, cosa que me desconcertó bastante.
―¿Entonces, a qué has venido? ―quiso saber mi chico, en un tono monocorde y claramente amenazador.
De pronto, se escuchó el quejido de una rama pisada, a lo lejos, y el licántropo giró su cabeza precipitadamente, en esa dirección.
Nosotros no giramos el rostro, pero también desviamos la mirada hacia allí durante un mínimo instante, para ver de qué se trataba. Entonces, de una forma completamente súbita y rápida, ese monstruo echó a correr en la dirección contraria, perdiéndose por las copas de los árboles con un gran salto.
Antes de que nos diese tiempo ni de pestañear, aparecieron unos borrones supersónicos, pasando de largo a la velocidad de la luz, delante de nuestras narices, y se fueron para perseguir al licántropo. No parecieron percatarse de nuestra presencia, y si lo hicieron, parecía ser más importante ese monstruo. El olor no nos engañaba, pero por lo deprisa que iban, ya había deducido que eran vampiros, y pude contar hasta cinco.
―Jake, se dirigen a donde están todos ―me di cuenta de repente, poniéndome frente a él con presteza. Le miré a los ojos con preocupación―. Y las gemelas no saben nuestro secreto ―le recordé. ―Vamos ―apremió, apartándose a un lado―. Pero no te separes de mí.
Se dejó caer hacia delante, extendiendo los brazos, y explotó mientras caía, de modo que aterrizó en el suelo con sus cuatro enormes patas, en la forma de mi precioso y espectacular lobo rojizo. Mientras tanto, yo aproveché para llevar la lengua de fuego por toda mi espalda y también me transformé.
No esperé a que se tumbase, salté sobre Jacob casi en el mismo instante en que él se enderezaba, no podíamos perder más tiempo. Acto seguido, mi lobo echó a correr a toda velocidad, en la misma dirección que los vampiros y el licántropo.
Mi aro de cuero seguía vibrando, cosa que ya me extrañaba más, porque la cosa ahora no iba con nosotros. Entonces, ¿por qué seguía vibrando? En estos tres años nunca había vibrado, ¿estaría confuso o algo así?
Jacob emitió un aullido a una frecuencia muy baja, cerciorándose de que era totalmente inaudible por un oído humano, a fin de llamar a sus hermanos.
Ya deberían de haber aparecido por allí, pero no parece que lo hayan hecho. Puede que se hayan desviado, aunque no podemos correr riesgos, afirmó mientras esquivaba todo como un cohete.
Se conectó con el resto de la manada y la respuesta que esperaba no tardó en hacer acto de presencia en su cabeza. Shubael, Isaac y Cheran aparecieron con rapidez.
Jake, ¿qué pasa?, quiso saber Shubael, algo alertado.
Tenemos a un licántropo y a unos chupasangres por aquí, le reveló, siguiendo el olor que los cinco vampiros y ese monstruo habían dejado en el ambiente. Tú e Isaac veníos conmigo, el resto que se queden con las chicas en su forma humana. Ah, y procurad que no se enteren de esto, anda.
Entendido, acató Shubael. Isaac, le llamó acto seguido.
Sí, obedeció éste.
No sé qué hicieron después, sólo vi a través de sus ojos cómo Cheran corría para adoptar su forma humana con el fin de regresar con los demás y cómo los otros dos lobos se internaban más en el bosque para venirse con nosotros. Luego, Cheran desapareció.
¿Necesitáis ayuda?, preguntó Sam, desde La Push.
Como es lógico, habían escuchado toda la conversación.
De momento, no, le respondió Jacob. Ya os aviso si veo que la cosa se pone fea. Estaos atentos.
De acuerdo.
¿Cómo va todo por ahí?, quiso saber, sin dejar de correr y escudriñar el bosque.
Ya ha terminado, desveló el lobo negro. Hemos acabado con unos cuantos, y el resto de la basura ha huido. No creo que se atrevan a volver por aquí, han recibido un buen escarmiento.
Bien, aprobó mi lobo. Tú y tu grupo id a casa, ¿vale?, ya habéis hecho bastante. Llama a Quil y pásales el relevo a él y a su grupo para que sigan patrullando, les toca el turno de noche. Cuéntales toda esta movida, para que estén atentos.
De acuerdo, aceptó Sam. Hasta mañana.
Hasta mañana, se despidió Jacob.
Y se desconectó de esa parte de la manada, dejándonos dentro de su cabeza solamente a mí y a los dos lobos que venían de camino a toda prisa.
¡El rastro sigue por aquí!, le dije, señalando la zona con el dedo. ¡Jake! ¡Ryam y Helen!
Sí, lo sé, se dio cuenta, y escuché el rechinar de sus fauces.
Los cinco vampiros y el licántropo habían virado y el olor se dirigía precisamente al lugar donde Ryam y Helen habían ido a recoger leños. Recé para que ya lo hubiesen hecho y hubieran regresado con el resto.
¡Están ahí!, exclamé al ver a los vampiros.
No sé por qué lo hice, porque sus almas malvas ya se habían visto justo antes, rezumando entre la vegetación, y Jacob ya se había enterado de sobra, pero no lo pude evitar.
Mis ojos se abrieron como platos cuando conseguimos tenerles bien visibles. Ahora, en mi condición de vampiro casi completo, podía verles y distinguir sus siluetas y aspectos con más facilidad. No daba crédito. Eran…
Thiago y su grupo, masculló Jacob, con rabia, siguiendo el hilo de mi pensamiento.
Los mencionados corrían a la velocidad del sonido entre el boscaje, siguiendo a ese hombre lobo que volaba por las copas de los árboles con la misma rapidez. Thiago iba en cabeza, por supuesto. Su larga coleta negra azotaba su espalda, igual que si de un fuerte látigo de cuero se tratase.
¿Qué hacen persiguiendo a ese licántropo?, pregunté, atónita.
No lo sé, pero no deberían de estar aquí, gruñó, acelerando aún más para ponerse a su altura.
El tal Thiago se percató de nuestra presencia y giró su rostro levemente para mirarnos de soslayo, aunque no nos hizo más caso y volvió la vista arriba para seguir persiguiendo al que parecía ser su único objetivo. Pero los otros cuatro vampiros eran otro cantar. Uno de ellos giró medio cuerpo mientras continuaba corriendo y nos dedicó un rugido que anunciaba su propósito de atacarnos de inmediato.
―Déjales ―le ordenó Thiago, sin ni siquiera dirigirle la mirada―. Es el Gran Lobo.
No hizo falta que dijera más. El vampiro que nos amenazaba guardó su dentadura al instante y nos observó con cara de susto, fijándose mejor en mi colosal lobo rojizo. Inmediatamente, se giró hacia delante y siguió con sus otros menesteres.
No pueden atacarnos, caí, sorprendida por ese recordatorio.
Si lo hacen, vulnerarán el tratado, ratificó mi lobo. Ya saben lo que les espera, de ser así.
Con el tratado, ellos no podían tocarnos, pero nosotros a ellos tampoco, a no ser que incumplieran alguna de las normas, así que de momento tenían las espaldas bien guardadas, de ahí su tranquilidad para con nosotros. Sabían que Jake no podría hacerles nada, mientras no incumplieran el tratado. Escuché otro rechinamiento rabioso en las muelas de mi lobo al ver mi pensamiento. Ups.
¡Ya estamos aquí!, anunció Isaac, y por el rabillo del ojo vimos que los teníamos detrás.
¿Quiénes son este Thiago y su grupo?, inquirió Shubael.
Luego os lo cuento, le contestó Jake.
¡Ryam y Helen están ahí!, les comuniqué con frenetismo cuando les vi, gracias al fulgor de sus almas doradas, que me avisaron incluso antes de que mi aguda vista consiguiera divisarles.
La pareja estaba sentada en el tronco de un árbol, bastante acaramelados, por cierto. Ni siquiera se percataron de lo que se les venía encima.
Mierda, ¡¿qué narices hacen ahí?!, gruñó Jacob.
Pues lo mismo que harías tú si estuvieses ahí con Nessie, respondió Isaac, en un tono un tanto burlón.
Di gracias de que en estos momentos fuera un vampiro casi completo y mi sangre fluyera por mis venas con esa lentitud más parecida al estado inmóvil, porque de lo contrario me hubiera puesto roja como un tomate.
Ese idiota, farfulló mi lobo. Por eso insistía en irse por ese lado, ya sabía que yo querría ir por el otro. Tanto decirme a mí, y es él quien quería irse con ella para retozar.
¡El licántropo los ha visto y va a lanzarse a por ellos!, le avisé, al ver cómo ese monstruo ya se preparaba para saltar sobre mis amigos con el fin de llevárselos como presa.
Estaba claro que, si podía, no iba a desaprovechar la ocasión de cazar algo por el camino. Este era un comportamiento muy normal en los licántropos, dado que eran muy variables e impredecibles, no se regían por pautas fijas, ni siquiera en momentos como este, y ni siquiera ellos podían controlarlo.
¡Cárgatelo!, le propuso Shubael a Jacob.
¡No puedo interferir así por culpa de ese maldito tratado!, se quejó él.
¡Jake!, grité mentalmente, cuando vi que el licántropo ya iba a impulsarse.
¡Agárrate fuerte, Nessie!, me ordenó Jacob, y así lo hice.
Mi impresionante lobo rojizo no se lo pensó dos veces. Apretó el paso y pegó un salto hacia allí, plantándose delante de Ryam y Helen, que dejaron de morrearse, sobresaltados.
―¡¿Pero qué…?! ―la protesta de Ryam se cortó de sopetón cuando vio el peligro que se les venía encima: un enorme hombre lobo arrojándose hacia ellos mientras Jake se interponía, rugiendo con furia.
Mi pulsera no había dejado de vibrar, pero ahora lo hizo con contundencia y se preparó para erigir su burbuja protectora. Entonces lo vi todo claro. Por eso seguía vibrando. Desde que Jacob había desarrollado todo su poder, mi aro de cuero era más poderoso, puesto que siempre iba en consonancia con el Gran Lobo. Ahora no sólo me avisaba de los peligros que se cernían sobre nosotros dos y que afectaban a nuestra relación de pareja, sino que también lo hacía con las personas queridas que nos rodeaban, y me advertía de cualquier peligro, actuando, además, cuando se le necesitaba.
Pero no hizo falta que mi pulsera trabajase, ese licántropo era listo, y le tenía respeto al Gran Lobo, con lo que decidió cambiar de planes y de dirección. Se enganchó a una rama con esas manos peludas que morían en sus largos brazos, igual que si fuera un mono, e hizo que sus pies chocasen contra el tronco de un árbol para propulsarse hacia otro lado, evitando así un encontronazo con Jacob y conmigo.
El licántropo cambió de dirección, los cinco vampiros hicieron lo mismo para continuar persiguiéndolo y nosotros cuatro dejamos a Ryam y a Helen detrás, todavía con las bocas colgando de la sorpresa y el susto. Ahora nos encontrábamos en medio de esta trifulca que no tenía nada que ver con nosotros, pero teníamos que cerciorarnos de que no iban a la zona de las tiendas de campaña.
Diles que vayan con el resto. Estarán más seguros allí, me pidió Jake al tiempo que galopábamos detrás de ese huracán formado por el licántropo y los cinco vampiros de Aro. Ah, y que no les digan nada a las chicas.
―¡Id con los demás! ―les retransmití a nuestros amigos―. ¡Y no les contéis nada de esto a las chicas!
Por el rabillo del ojo vi cómo Ryam por fin reaccionaba y cogía a su novia de la mano para salir pitando de allí.
El monstruo era tan impredecible, que una vez más, cambió de rumbo, y la nueva dirección no me gustaba nada.
¡Se dirige hacia el lago!, se percató Isaac.
¡Maldita sea!, masculló mi lobo.
Dos de los vampiros saltaron y se engancharon a las ramas para seguir al licántropo por las mismas alturas que recorría él. El resto continuamos esa marcha frenética por el suelo, persiguiendo a Thiago y sus dos vampiros.
¡Tenemos que hacer algo! ¡El claro ya se ve desde aquí!, exclamé.
Jake apretó los dientes y pegó un acelerón considerable. Consiguió llegar a ellos y se puso a galopar a su lado, con Shubael e Isaac pisándonos los talones. Le dedicó un rugido al licántropo y consiguió que éste se desviase hacia otro lado, haciendo que los cinco vampiros le siguieran en esa dirección, unos desde el suelo y los otros dos desde las ramas. Como si de una manada de ovejas se tratase, Jacob les fue conduciendo a una zona más alejada.
Pareces un perro pastor, tío, bromeó Shubael.
Ja, ja, muy gracioso, ironizó mi lobo. Anda, cerrad el pico y haced algo.
¡A la orden!, exclamó Isaac con alegría.
Nunca entendería por qué les gustaba tanto este tipo de acción.
El lobo marrón claro corrió hacia el otro lado para cercar al licántropo y a sus cinco vampiros perseguidores, limitando aún más sus movimientos. Shubael se quedó en la retaguardia, por si volvían a cambiar de dirección. Ahora parecíamos unos vaqueros que llevasen su ganado vacuno a alguna parte.
Thiago miró a Jake de reojo, levantó un lado de su labio, pero no protestó. Esto le venía bien para cazar al hombre lobo.
Uno de sus vampiros consiguió moverse en zigzag por las ramas y se arrojó hacia el licántropo, con las manos por delante. Sin embargo, ese monstruo también era muy ágil, aparte de rápido, y pegó un bote altísimo que le salvó de las garras de su opresor, al cual no le quedó más remedio que engancharse a otra rama para no caerse de morros en el suelo.
De repente, el licántropo se apoyó en un tronco y cambió de dirección para lanzarse hacia Isaac en forma de torpedo rabioso.
¡Cuidado!, grité, horrorizada.
¡Mierda!, protestó Jacob.
Isaac no era como Jake. Si ese licántropo le mordía, le contagiaría la rabia y terminaría muriéndose con una muerte lenta y dolorosa.
Mi aviso no sirvió para que a Isaac le diese tiempo a reaccionar, pero el poder espiritual de Jake actuó. Éste erigió su burbuja brillante protectora al instante y la envió con rapidez hacia el lobo marrón claro. Al desplegarse, la burbuja empujó a Thiago y a los dos vampiros que le acompañaban, lanzándolos hacia delante con fuerza, como si una mina les hubiese explotado en los mismos pies. Los tres se cayeron de bruces en el terreno al tiempo que la brillante burbuja impelía a los dos vampiros de las ramas, arrojándolos sobre la hierba, y al que era su única diana: el licántropo, que por supuesto no pudo llegar a Isaac. Eso sí, la suerte estaba de su lado y quiso que éste lograra engancharse a una rama, por lo que no se cayó.
Esta burbuja era protectora, no ofensiva, por lo que ellos salieron totalmente ilesos. Otra cosa hubiera sido que Jacob la hubiese calentado y la volviera de fuego, entonces la burbuja hubiese pasado a ser ofensiva y ellos habrían salido calcinados de inmediato, puesto que las almas de todos ellos eran malvas. Ese monstruo no perdió el tiempo y aprovechó su oportunidad. Con un movimiento rapidísimo y urgente, pegó un enorme salto que le llevó directamente tres árboles más allá, y, de esa guisa, siguió recorriendo el entramaje arbóreo hasta que desapareció en un segundo.
Los tres lobos se detuvieron al ver la escena.
Guau, mira eso, dijo Shubael, pestañeando.
Sí, el maldito es muy rápido, reconoció Jake, aunque con enfado.
Thiago y su grupo se levantaron del suelo con precipitación y rechinaron las muelas cuando vieron que el licántropo había escapado.
Entonces, el líder del grupo se giró para mirarnos y el resto le imitó.
Última edición por JACOB&NESSIE el Sáb Sep 03, 2011 8:15 pm, editado 1 vez | |
| | | maryteresa21 Nuev@
Mensajes : 75 Fecha de inscripción : 07/07/2011 Edad : 34 Localización : Santiago,Chile
| | | | onlysexyvampires Nuev@
Mensajes : 118 Fecha de inscripción : 17/06/2011 Edad : 28 Localización : bariloche, argentina
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Sáb Sep 03, 2011 4:45 pm | |
| buenisiiimooo ya quiero saber que pasaaaaaaa!!! cada dia mejor estooo jajaja, so una geniaaaa besos | |
| | | LoveTaylor♥ Nuev@
Mensajes : 40 Fecha de inscripción : 23/06/2011
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Sáb Sep 03, 2011 5:01 pm | |
| Ayyyyyy Dios! Esa foto O.O Es perfecto sin dudaas :3 Yo quiero uno asi :_ JAJJa Genial el capi. El licantropo es inteligente por lo menos, sabe que si se mete con Jake no va a tener suerte Me encanto el capitulo (como siempre) Hasta el martes Lametones♥ | |
| | | Yohana Nuev@
Mensajes : 27 Fecha de inscripción : 04/08/2011
| | | | vatz Nuev@
Mensajes : 116 Fecha de inscripción : 26/06/2011
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Sáb Sep 03, 2011 8:37 pm | |
| me encanto como de codtumbre y la foto. mas guapo no se puede ser . hasta el martes | |
| | | moullick2011 Nuev@
Mensajes : 35 Fecha de inscripción : 08/08/2011
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Dom Sep 04, 2011 8:11 am | |
| AAAAAAAUUUUUUUUUUUU!!!! Ahora si emiti un buen aullido, que foto!!!!....niña me has dejado en suspenso, me encanta el respeto que ejerce Jacob, el Gran Lobo.....ya deseo leer el próximo capítulo....¡que gusto saber que ya te encuentras mejor! Un gran saludo para ti y a mis compañeras(os) de manada | |
| | | johanna Nuev@
Mensajes : 9 Fecha de inscripción : 08/08/2011 Edad : 34 Localización : el puerto de santa maria (cádiz)
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Dom Sep 04, 2011 1:28 pm | |
| Nunca he tenido tantas ganas de que termine el fin de semana!!Quiero saber que pasa...ESTOY INTRIGADISIMA!! que emoción...Escribe pronto que estoy enganchadisisma | |
| | | JACOB&NESSIE Team Mariana
Mensajes : 414 Fecha de inscripción : 14/01/2011 Edad : 44 Localización : Asturias, España, en el bosque con Jake =)ººº
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Mar Sep 06, 2011 11:00 am | |
| ¡HOLA, GUAPISIMAS!
¡¡MUCHISIMAS GRACIAS POR LEERME Y POR ESAS COSAS TAN BONITAS QUE ME DECIS =º) maryteresa21, Ali, LoveTaylor, Yohana, vatz, moullick2011 y johanna!!
Os gustó la foto, ¿eh? Si es que nuestro Taylor es guapísimo!!!!! Con esos ojazos, esa miradaaaa, esos labioooos, y ese cuerpazo!!!! Ay, Dios, creo que me tendré que dar duchas frías xDD
Bueno, bueno, ¿qué pasará ahora? ¿Y ese licántropo? ¿Y esos matones de Aro? Ya veremos, ya veremos
Aquí os dejo el capi, espero que os guste
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LICÁNTROPO
Thiago no hizo nada, aunque su mirada acusadora lo decía todo: culpables. Sin embargo, Jacob sí que estaba visiblemente cabreado.
Shubael, ve a buscarme unos pantalones, le ordenó, sin quitar la vista al vampiro de Aro.
Fue cuando me di cuenta de que su ropa se había hecho jirones durante su rápida transformación.
¿Y por qué yo?, protestó éste.
Porque lo digo yo, gruñó Jake, que ya estaba deseando tener una conversación con el jefe de ese grupo de matones.
El lobo gris moteado gañó, pero obedeció la orden de su líder y se marchó a toda prisa, en dirección a las tiendas de campaña.
―Le teníamos, y por tu culpa le hemos perdido ―protestó uno de los vampiros, viniendo hacia nosotros.
Era el mismo que se había girado y nos había rugido durante toda aquella persecución.
Jacob le mostró su poderosa dentadura para que no se excediese en confianza y el individuo se detuvo al instante.
―Calma ―le solicitó Thiago, si bien no podía ocultar su malestar, poniéndole su brazo delante a su subordinado para que no se acercase más.
El resto de vampiros se posicionaron junto a él.
Se hizo un momento de silencio que me pareció eterno, dada la tensión que se respiraba en el ambiente. Shubael no tardó en llegar mucho más, portando uno de los pantalones que Jake había traído a la acampada, en la boca.
Puaj, podías habértelos atado a tu cinta, se quejó Jacob.
Es lo que hay, declaró Shubael, dejándoselos en el suelo.
Esta vez fue Jake el que gañó. Los recogió con sus fauces y se retiró detrás de un árbol para cambiar de fase.
Me bajé de su lomo de un salto y le cogí el pantalón, a la espera de que se transformase en humano. Jacob no esperó más. Alzó sus patas delanteras a la vez que explotaba y mi lobo se transformó en mi impresionante marido en menos de un chasquido de dedos. Automáticamente, dejé de escuchar los pensamientos de Isaac y Shubael y mi visión volvió a la normalidad, dejando de ver almas y todas esas cosas. No era el momento, desde luego, pero no pude evitar que la comisura de mi labio se alzara un poco ante semejante vista, aunque él estaba demasiado ofuscado como para fijarse en eso. Le pasé los pantalones, se los puso y su mano enganchó a la mía para salir a escena.
―¿Se puede saber qué hacéis aquí? ―exigió saber, de malos modos, nada más aparecer de detrás del tronco. ―Creo que es evidente que estábamos dando caza a ese licántropo ―declaró Thiago, usando el mismo tono y gesto arrogante que había utilizado la primera vez que nos habíamos encontrado con él. ―Eso ya lo sé ―resopló Jake―, pero, ¿por qué demonios estáis por estas tierras? ―No sé si lo sabes, pero ese licántropo corretea por estos bosques a sus anchas ―afirmó el vampiro―. Deberíais estar más atentos.
Isaac le gruñó, como protesta.
―No ha habido noticias de desapariciones ni de muertes en los alrededores, y espero que siga siendo así ―le advirtió Jacob. ―Tranquilo, tu tribu y la gente de Forks no están en nuestro menú ―contestó el jefe de los matones de Aro, mostrando una sonrisa insolente―. Sin embargo, aunque ese licántropo todavía no ha cazado por aquí, acaba de hacerse con este territorio. ―Este no es su territorio. Y el vuestro tampoco ―le dejó claro mi chico. ―No está dentro del tratado ―alegó Thiago, alzando el mentón. ―Sigue siendo mi territorio ―insistió Jake, levantando el suyo. ―No lo hemos incumplido. El tratado se refiere a los límites de Forks y La Push ―replicó el vampiro―. Esta zona no pertenece a vuestro pueblo, pues se trata del Parque Nacional de Olympic. ―Me importa una mierda ―masculló Jacob, acercándose a él para ponerse casi en un cara a cara―. Te repito que sigue siendo mi territorio. ―Jake… ―le paré, cauta. ―No, Nessie ―protestó, echándome un fugaz vistazo para volver la vista a los vampiros después―, no tienen que estar aquí. ―Los que no deberíais de estar aquí sois vosotros ―intervino el vampiro que antes había sido detenido por Thiago.
El susodicho también recogía su oscuro cabello en una coleta, aunque ésta era más corta y estaba entrelazada en una trenza.
―¿Cómo dices? ―cuestionó Jacob, con cara de muy malas pulgas, mientras Shubael e Isaac se dedicaban a gruñir y a mostrar sus poderosas dentaduras. ―Si no os hubieseis metido, hubiéramos atrapado a ese licántropo ―le contestó el vampiro de trenza, enfadado. ―Te repito que estáis en nuestro territorio ―reiteró mi chico, dando una voz―. Todo lo que pase aquí es asunto nuestro, ¿lo pillas?
Aunque no lo pareciera, Jacob se estaba controlando bastante.
―Basta ―le regañó Thiago al vampiro de trenza, que ya iba a abrir la boca otra vez.
Los otros tres vampiros se dedicaban simplemente a observarnos, eso sí, no con muy buenas caras. Aproveché para fijarme más en esos tres vampiros que también acompañaban a Thiago. Todos tenían su cabello castaño oscuro o negro y eran bastante fuertes. Uno de ellos era más bajo que los otros, y llevaba su ondulado cabello corto, otro también lo llevaba corto, pero era liso, y el último llevaba su media melena suelta, ésta le llegaba a la altura de las mejillas en una sucesión de mechones desmechados y desigualados. Me pregunté si lo llevaría así por moda o porque estaría algo loco, porque era la sensación que causaba. Por supuesto, todos gozaban de unos ojos de color escarlata, y pude descifrar con total claridad cómo esos cuatro pares de pupilas nos miraban a Jacob y a mí con un trasfondo de repugnancia y censura. Prácticamente nos escupían con la mirada.
No pude retenerlo, y mi labio superior se alzó un poco para mostrarles mis colmillos. No me podía creer que a estas alturas lo nuestro todavía causase ese efecto, que todavía siguieran con esos prejuicios sólo porque Jake era un hombre lobo y yo un semivampiro. Dichosos prejuicios, ya me tenían harta. Sabía que lo mejor era pasar de ellos y de esas reacciones estúpidas, pero me ofendía tanto su manera de pensar.
El vampiro más bajo desvió su mirada. Fue muy fugaz y casi imperceptible, pero mi vista casi vampírica del todo me permitió ver cómo sus ojos descendían hasta mi vientre y los volvía a subir, disimuladamente. Sentí un escalofrío enorme que atravesó todo mi cuerpo, como un balazo de hidrógeno congelado.
Jacob se dio cuenta. Me observó durante un breve instante, apretó mi mano y acto seguido les clavó una mirada amenazadora y agresiva a los vampiros.
―Veo que las cosas siguen igual ―habló Thiago, antes de que a Jake le diera tiempo de decir nada.
Y su vista bajó sin tapujo alguno a mi vientre.
―¿A qué te refieres? ―quiso saber él, mosqueado.
Estaba claro que ya lo sabía, como yo, pero que quería escucharlo por boca del propio Thiago.
―Aún no habéis procreado ―dijo, y le costó soltar el vocablo.
Procreado, menuda palabra. Resoplé.
Los cuatro vampiros que le acompañaban también lo hicieron con sendos gestos de hastío. Era el colmo. Incluso Shubael e Isaac se percataron de esto y les gruñeron.
―No tenemos prisa ―le respondió Jacob, alzando el mentón con chulería para contrarrestar todas esas reacciones. ―O tal vez eso no sea posible ―cuestionó Thiago―. Dudo que vosotros podáis concebir hijos. Hijos normales, me refiero ―matizó.
Mi mano suelta se cerró en un puño rabioso.
―Claro que podemos tener hijos ―le repliqué yo, con rabia―. No voy a darte una explicación sobre nuestros genes, pero, aparte de eso, está la profecía para ratificarlo.
Thiago torció el gesto, aunque todavía con disconformidad.
―De todos modos, vuestros… hijos ―otra vez le costó soltar la palabra― serán aberraciones. Híbridos de híbridos. Engendros hechos por dos especies diferentes.
Sus palabras me dolieron en el alma. Sabía que eso era mentira, una estupidez soltada por un idiota con prejuicios, pero que hablara así de nuestros futuros hijos, me quemaba el hígado, porque la imagen de nuestros hijos que yo siempre tenía en mi mente era la de un niño tan guapo como Jacob, sano, alegre, travieso y jovial, o la de una niña que crecía a pasos agigantados, inteligente, hermosa, cariñosa y dulce, no la de unos monstruos o unos engendros.
Mi puño comenzó a temblar, dispuesto a lanzarse contra su pétrea y dura cara, y los dos enormes lobos que teníamos a ambos lados se agazaparon mientras le gruñían para mostrarle su disconformidad por ese discurso.
Jake enseguida se percató de mis sentimientos.
―Cierra esa bocaza de una maldita vez, si no quieres que te mate aquí mismo ―masculló, apretando los dientes con cólera contenida―. Estás empezando a tocarme mucho las narices. Además, si tenemos hijos o no, no es asunto tuyo. ―Oh, claro que lo es ―le contradijo, mostrándole una sonrisita arrogante. ―¿Por qué? ¿Es que has venido a espiarnos de nuevo? ―quiso saber mi chico. ―Ya te lo dije en Santa Lucía. Si quisiera espiaros, me habría tomado las molestias de esconderme ―le contestó―. No, no he venido a espiaros. Si estamos aquí es porque ese licántropo estaba por estas tierras. ―Entonces, ¿por qué dices que es asunto tuyo? ―inquirió Jacob, interesado en conocer esas extrañas razones. ―Hay gente que no está dispuesta a arriesgarse a que procreéis ―reveló el vampiro, más serio. ―¿Como tus queridos Vulturis? ―aventuró Jake, usando un tono ácido. ―No se trata de Aro. Los Vulturis han aceptado el tratado, les da igual si es contigo o con tu futura prole. Me refiero a Razvan y los suyos ―desveló de nuevo. Escuchar ese nombre me produjo otro escalofrío, porque hacía tanto que no sabíamos de él y los otros―. Yo que tú me andaría con cuidado el día que decidáis… procrear.
Me mordí el labio, preocupada.
―Parece que sabes mucho del tema ―le dijo Jake, otra vez con acidez.
Thiago se quedó en silencio unos segundos, observándole.
―Nosotros sabemos muchas cosas de Razvan, Nikoláy y Ruslán ―afirmó finalmente. ―O sea, que todavía siguen vivos ―adivinó mi chico, resoplando―. Y vosotros sois los encargados de dar con ellos para cargároslos, ¿no es eso?
El jefe de los vampiros no dijo nada, pero su sonrisa ya fue toda una afirmación.
―¿Y ese licántropo? ¿Tiene que ver con todo esto? ―le preguntó.
El vampiro sostuvo su sonrisa, y su silencio. Se dio media vuelta, con sus cuatro súbditos y comenzó a caminar.
―Hey, ¿me has oído? ―protestó Jacob―. ¿Ese licántropo tiene algo que ver con Razvan, Nikoláy y Ruslán? ―Nos veremos pronto ―aseguró Thiago.
Y, de pronto, desaparecieron entre el boscaje.
Jacob frunció los labios mientras miraba a ese horizonte arbolado que ya no estaba habitado por nadie.
―Maldita sea… ―farfulló, malhumorado―. Ahora nos ha dejado con la duda. ―¿No vamos a seguirles? ―le pregunté, poniéndome un poco frente a él para verle mejor. ―Ojalá pudiéramos ―bufó, tirando de mí para darse la vuelta―, pero con ese maldito tratado, no puedo hacerles nada. Ellos tienen que ir a su bola y yo tengo que ir a la mía, ¿entiendes? De eso se trata.
El lobo gris moteado y el marrón claro comenzaron a seguirnos cuando echamos a andar hacia las tiendas.
―Ha dicho que nos veremos pronto ―recordé―. ¿Crees que volverá por aquí? ―Ni idea ―suspiró, con desagrado.
Yo también suspiré.
Las tiendas de campaña empezaron a divisarse a través del entramaje de troncos. La noche ya se había hecho con el cielo totalmente y, aunque era oscura debido a la ausencia de luna, mi vista de casi vampiro me permitía ver mejor que normalmente en la negrura. Los dos lobos corrieron a esconderse para cambiar de fase y entonces recordé que yo también tenía que hacerlo.
―Jake, tengo que beber ―le dije. ―Ah, sí ―se acordó, llevándose la mano a la nuca―. Chicos, vamos a cazar algo, así que tardaremos otro poco. ―¿Y qué les decimos a las chicas? ―interrogó Shubael, ya saliendo de su escondite. ―No sé, inventaos algo ―le contestó, tirando de mí hacia el otro lado para dirigirnos al boscaje de nuevo.
Los dos quileute se miraron y se encogieron de hombros, y Jake y yo echamos a correr para buscar presas.
No había pasado mucho tiempo más cuando regresamos, tan sólo unos veinte minutos, pero a los demás debió de parecerles eternos.
―¡Ya era hora! ―exclamó Sarah, riéndose. ―Qué, ¿ya habéis terminado? ―siguió Eve.
El círculo que formaban las tiendas se llenó de risitas pícaras y entonces supe qué excusa habían puesto esos dos. Noté cómo mis mejillas adquirían el mismo color que la hoguera que ya habían hecho nuestros amigos, se notaba que hacía un buen rato.
―Idiotas ―murmuró Jake, recriminando a Shubael y a Isaac.
Éstos carraspearon y miraron a otro lado para disimular.
Encima, Jake sólo vestía unos pantalones, que, para colmo, no eran los mismos con los que se había marchado para buscar leños, con lo cual vete tú a saber lo que se estaban imaginando ellas. Menos mal que los chicos quileute, y Leah, sabían la verdad.
Nos habían dejado un sitio, así que Jake y yo nos sentamos junto a ellos, frente a las llamas de la pira. El resto de quileutes y Jake se miraron con una complicidad más bien seria. No diría que estaban preocupados, pero estaba claro que iban a estar atentos toda la noche.
―¿Es que no os aguantabais o qué? ―me cuchicheó Jennifer, que estaba justo a mi otro lado.
Su risilla hizo que me pusiera más colorada.
―Basta, por favor ―gemí.
Lo peor de todo es que tenía que pasar por esto sin que hubiésemos hecho nada, porque si lo hubiéramos hecho, me atendría a las consecuencias y ya estaba. Empecé a arrepentirme de no haber aprovechado la ocasión. Total…
―¿Qué hay para cenar? ―preguntó Jacob para cambiar de tema. ―Latas ―le respondió Seth, alzando una de ellas con una amplia sonrisa. ―Yo también he traído ―le dije, cogiendo nuestra mochila, que ya la habían colocado en nuestro sitio.
La abrí y fui sacando todas las que había metido.
―¡Menudo arsenal! ―se rió Aaron. ―Mi chica me cuida muy bien ―presumió Jake, sonriéndole con satisfacción. ―También son para mí ―apuntillé, mirándole mientras dejaba en el suelo la última lata.
Jake hizo una mueca. Solté una risilla y le di un beso corto.
―Dime, ¿cuála te apetece? ―inquirí. ―Esta ―señaló―. Pero trae, ya me encargo yo ―y la cogió él para abrirla.
Nos pasamos el resto de la velada cenando y charlando, aunque los chicos observaban la profunda oscuridad del bosque que nos lindaba, de vez en cuando. Después, fingieron que iban a jugar con el balón, pero en realidad era una excusa para organizar unos turnos de vigilancia nocturna sin que las chicas se enterasen. Jugaron un poco, para seguir disimulando, y luego se hicieron los cansados para volver con nosotras, que habíamos permanecido junto a las llamas, hablando.
La idea inicial era la de acampar, poner música y jugar a algún juego divertido mientras tomábamos unas cervezas, pero con todo el asunto del licántropo decidieron suprimir la música para poder escuchar cualquier sonido del bosque. Cheran alegó que se le había olvidado ponerle pilas al estéreo. Pero sí jugamos y tomamos esas cervezas sin alcohol que ya estaban tibias.
Las horas pasaron, tengo que reconocer que sin darnos cuenta, porque al final lo estábamos pasando bien. Jennifer había tenido que darle un beso a Isaac, por el juego, y el asunto había resultado divertido. Fue reacia al principio, pero cuando vio la cara suplicante de éste, terminó dándole un pico. Si supiera que hacía unas horas él había estado a punto de ser mordido por un venenoso licántropo, creo que se lo hubiese dado más largo. No sé por qué me daba que el quileute le gustaba un poco, tendría que hablar con ella en privado para sonsacárselo.
―¿Nos vamos a dormir? ―me propuso Jake, sacándome de mis pensamientos―. No sé tú, pero yo estoy reventado ―y levantó los brazos para estirarse. ―Claro ―asentí.
Nos levantamos y Jacob enseguida cogió mi mano.
―Bueno, tíos, hasta mañana ―se despidió, ya tirando de mí para llevarme a la tienda. ―Hasta mañana ―me despedí, también. ―Hasta mañana ―dijo Seth―. Nosotros tampoco tardaremos nada en irnos a dormir. ―Sí, yo también tengo sueño ―Brenda bostezó.
Jacob subió la cremallera que cerraba la tienda y me la dejó abierta con su brazo para que pasase.
―Gracias ―le sonreí. ―Encantado de servirla, señorita ―bromeó, haciéndome una reverencia mientras yo entraba. ―Señora ―le maticé―. Señora Black. ―Ah, sí, eso ―Jake se agachó un poco y pasó detrás de mí―. Pues encantado de servirla, señora Black ―y bajó la cremallera. ―Eso está mejor ―sonreí, sentándome en el saco.
Mi chico se rió y se metió dentro del lecho.
Habíamos abierto los dos sacos del todo para montar una especie de cama, así podíamos dormir juntos. El mío estaba debajo y el suyo arriba, en forma de manta. Me descalcé ―Jake ya lo estaba, pues sus deportivas se habían quedado en mitad del bosque, destrozadas. Menos mal que había traído otro par―, dejé mis playeras a un lado y me eché en el saco.
Jacob no tardó en girarse para acogerme entre sus brazos, así que me volteé y me acurruqué en su pecho desnudo, abrazándole yo también, con fuerza. Mi boca se curvó con satisfacción automáticamente. No había sitio mejor en el mundo que este. Giré el rostro, inspiré su maravilloso efluvio y volví a apoyar mi mejilla en su cómodo y calentito torso, sonriendo de felicidad. El éxtasis total vino cuando él me besó en la coronilla y comenzó a pasar sus extraordinarios dedos por mi pelo. Me sentía tan segura entre sus brazos, tan protegida, tan amada. Sus fuertes latidos retumbaban en su pecho, pero eran calmados, rítmicos, arrulladores. Me relajé al momento.
Aunque el tema del licántropo rebotaba en mi cabeza continuamente, y eso me hizo caer en una cosa. Tal vez no disfrutara de esto toda la noche, porque si Jacob tenía que hacer guardia…
―¿Cómo vais a hacer con los turnos de vigilancia? ―le pregunté con un cuchicheo, sin despegarme ni un ápice de su pecho. ―Ah, no te preocupes ―adivinó, hablándome con un murmullo―, Cheran, Shubael, Isaac y Collin se turnarán entre ellos para vigilar, así que estaré contigo toda la noche.
Sus dedos continuaban peinando los mechones de mi melena. Sólo me faltaba ronronear.
―¿Es por nosotras? ―No les mandé yo, se ofrecieron ellos ―me aclaró―. Ellos son los únicos aquí que no tienen pareja. Tú no, porque sabes todo lo que pasó, pero si alguno de los otros dejara a su chica en plena noche para vigilar, ellas se mosquearían bastante, ¿no crees? Bueno, y Simon, en el caso de Leah. ―Sí, tienes razón ―reí―. Se darían cuenta de que pasa algo. ―Por eso es mejor que vigilen esos cuatro. ―Ajá… ―susurré. ―¿Te estás durmiendo? ―inquirió, hablándome con un murmullo ronco que me sonó como lo más dulce del mundo.
―No ―mentí.
No quería dormirme. Quería disfrutar de esto un poco más, charlar con él…
―Sí, sí que te duermes ―me contradijo, soltando una risa sorda.
…pero los párpados se me cerraban.
La verdad es que estaba agotada. La caminata había sido larga, y toda la tensión acumulada por lo del licántropo y los vampiros de Aro me había dejado molida. Y los dedos de Jacob eran prodigiosos, demasiado, así como su acogedor, protector y calentito abrazo. Los latidos de su corazón, el aire rellenando sus bronquios, su pausada respiración…
―No… ―intenté negar de nuevo.
…así que me dormí. | |
| | | JACOB&NESSIE Team Mariana
Mensajes : 414 Fecha de inscripción : 14/01/2011 Edad : 44 Localización : Asturias, España, en el bosque con Jake =)ººº
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Mar Sep 06, 2011 6:56 pm | |
| | |
| | | vatz Nuev@
Mensajes : 116 Fecha de inscripción : 26/06/2011
| | | | LoveTaylor♥ Nuev@
Mensajes : 40 Fecha de inscripción : 23/06/2011
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Mar Sep 06, 2011 9:41 pm | |
| Jaja toooooooomen, Jake es uno de los personajes mas importantes. Claro que debe tener alguien para pasar el resto de su vida. Me encanto cuando dijo que peleo por Nessie hasta el final, y como he leido varias veces, siento que en las peliculas el personaje de Jacob aparece como menos importante, lo importante es la relacion entre Bella y Edward, pero el libro es mas que eso, es la relacion entre los tres y la lucha del vampiro y el lobo por una humana. Siento que su personaje se opaca mucho, y en lo personal no me gusta MJ. Bueno, pero volviendo a tu libro. Me encanto el capitulo, ese idiota se Thiago que se cree? Quien es para hablarle asi a Jake, maldito ¬¬ Espero el capi del jueves Lametones ♥ | |
| | | onlysexyvampires Nuev@
Mensajes : 118 Fecha de inscripción : 17/06/2011 Edad : 28 Localización : bariloche, argentina
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Mar Sep 06, 2011 10:49 pm | |
| me encanto! que feo lo que les dijeron de q no pueden procrear y que los otros malditooos estan vivos!! que enojoooo me dio esoo jaja bueno un beso, espero hasta el jueves | |
| | | Jcullen Nuev@
Mensajes : 9 Fecha de inscripción : 30/08/2011 Edad : 43
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Miér Sep 07, 2011 1:03 am | |
| De verdad que Ryam y Jacob nunca se van a llevar bien | |
| | | maryteresa21 Nuev@
Mensajes : 75 Fecha de inscripción : 07/07/2011 Edad : 34 Localización : Santiago,Chile
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Miér Sep 07, 2011 2:06 am | |
| | |
| | | Yohana Nuev@
Mensajes : 27 Fecha de inscripción : 04/08/2011
| | | | Nalotta Nuev@
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 26/06/2011 Localización : Almería
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Miér Sep 07, 2011 7:39 pm | |
| ¡¡Que interesante!! Sería justo el momento ideal para que Jacob y Nessie tuvieran un chico, sería precioso... ¡¡Qué ganas de que estrenen amanecer parte 1!! Lo malo es que haya que esperar todo un año hasta la siguiente | |
| | | JACOB&NESSIE Team Mariana
Mensajes : 414 Fecha de inscripción : 14/01/2011 Edad : 44 Localización : Asturias, España, en el bosque con Jake =)ººº
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Jue Sep 08, 2011 1:28 pm | |
| ¡HOLA, GUAPÍSIMAS!
¡MUCHISIMAS GRACIAS, vatz, LoveTaylor, Ali, Jennylu, maryteresa21, Yohana y Nalotta!!
LoveTaylor y maryteresa: estoy de acuerdo con vosotras. La verdad es que las peliculas no le hacen justicia a los libros Pero, bueno, yo las veo por ver a ese Taylor, que está como un cañón, el niño Sí, tengo que ser sicera, si las veo, sólo es por eso xDD. Tenéis razon, en las películas siempre minimizan al personaje de Jacob, y eso me duele en el alma Siempre le quitan protagonismo, e incluso cambian algunas escenas en las que a él se le ocurrían las cosas (como lo de subir a Bella a la montaña, en Eclipse) sólo para que Edward parezca que tenga más personalidad y más carisma, cosa que no tiene, para mi gusto . No me malinterpretéis, a mí Edward me cae bien y todo eso, no tengo nada en contra de él, todo lo contrario, me parece muy bueno, etc, etc, pero no tiene ese carisma que sí tiene Jacob xDD . Por eso en las peliculas han tenido que poner a Edward un poco más echado para adelante, como decimos aquí xD, es decir, más "pasional", digamos, que se enfada un poco y todo eso xD , no tan lánguido y tan tan bueno. Porque, si no, creo que todas aquellas que vieran las peliculas sin haberse leido los libros se hubiesen enamorado de Jacob, y no de Edward xDD . Además, hay mucho de marketing en todo eso. Pero bueno, yo también las veo, por Taylor , e iré a ver Amanecer, para ver cómo Jake por fin encuentra a su amor verdadero .
Sobre el video que puse: yo nunca había visto esta entrevista, y cuando la vi el otro día, me sentí genial y sentí que había entendido los libros tal y como SM los había escrito, que había entendido todo lo que quiso transmitir. Por eso siempre he dicho y siempre lo mantuve que en Eclipse ya se dan algunas pistas de que Jake se va a imprimar de Nessie, y después en Amanecer, en el libro de Jacob. Por supuesto, en esos libros todavía no sabes que se va a imprimar, y menos de la futura hija de Bella, pero cuando los vuelves a releer, ya sabiendo esto, te das cuenta de todas esas pistas Algún día las pondré aquí No se lo sacó de la manga a última hora para quitarse el problema de Jacob de encima, como dice alguna gente , para colmo, la tratan de mala escritora y todo eso… en fin Esta entrevista demuestra que no es así. Todo estaba bien planeado desde el principio, como yo siempre mantuve. He sacado algunas partes para comentarlas :
- Citación :
- - ¿La versión final de Amanecer es como la planeaste originalmente, o existían otros argumentos y fue este el que se eligió?
Sabía el final de la saga desde octubre de 2003, más o menos. Así que hace mucho tiempo. El primer borrador de Amanecer, ya sabéis que es Forever Dawn, lo terminé hacia febrero de 2004. Me ceñí al plan original porque me pareció el único final posible. Así que no tenía ningún otro argumento para escoger, esto era lo que tenía que pasar. He mirado en mis libros y Crepúsculo salió en el 2005, Luna Nueva en 2006, así que, ella tenía el final de la saga bien claro mucho antes de que se publicaran éstos, como bien explica ella, no fue algo que se sacó de la manga a última hora. Y luego añade para corroborarlo: - Citación :
- - ¿Durante cuánto tiempo has tenido a Renesmee en mente? Jacqueline dice que saber que Bella estaba embarazada le impactó. Dice, “me encantó, no me malinterpretes. Pero pensé, ¡¿Qué?!”
De hecho, Nessie fue una de las razones por las que Amanecer existe. Cuando empecé a trabajar con un editor, ya tenía Crepúsculo. Le mostré lo que tenía de Forever Dawn y me dijeron: “sabes, nos gustaría que Bella siguiera en el instituto un poco más, desarróllalo más, que sea para adolescentes”. Y yo les dije: “de acuerdo, hay historias interesantes que puedo crear”. Empecé a trabajar en ello y dijeron: “nos gustaría que fueran solo tres libros, que acabara con Eclipse. ¿Puedes hacer un final con el que te sientas a gusto?” Y les dije: “no, no puedo hacer un final con el que me sienta a gusto”. Fue una batalla muy dura y luché por Nessie todo el tiempo. No iba a permitir que destruyeran a ese personaje. Tenía que existir. Ella aparecía en mi Forever Dawn. Se puede decir más alto, pero no más claro O sea, que esas “historias interesantes” para “desarrollarlo más” es el triángulo amoroso con Jacob y todo lo demás, pero SM ya tenía planeado que Jacob terminaría imprimándose de Nessie, desde casi el principio, porque ella tenía bien claro que Nessie tenía que existir y no había otro final posible!!! La imprimación de Jacob la tenía muy clara desde que estaba escribiendo o terminando LN, no fue algo que se sacó de la manga a última hora, como he oído por ahí. No sé si Stephenie Meyer, al principio, tenía pensado desarrollar el personaje de Jacob, o simplemente él iba a salir en Crepúsculo y su única misión iba a ser la de contarle a Bella las historias de los fríos. Lo que sí parece estar claro, escuchando la entrevista, es que su idea original era la de hacer una novela de una humana y un vampiro (Crepúsculo), que después (en Forever Dawn) tenían una hija: Renesmee. Luego le dijeron que desarrollase más la historia, como dice en la entrevista, y quizá tiró de Jacob para crear esas “historias interesantes”, aprovechando las leyendas quileutes (por cierto, la leyenda de que los quileute descienden de los lobos parece ser que es cierta), y siguió con lo de los metamorfos y todo eso. Pero esto da lo mismo, el caso es que después, ella misma se enamoró del personaje de Jacob (siempre ha dicho que es su personaje favorito ), ya no era ese personaje secundario de Crepúsculo, sino que, ya en LN, pasó a ser uno de los personajes principales, y pensó que no había nadie mejor para Nessie que Jacob, ni nadie mejor para Jacob que Nessie, por eso se le ocurrió lo de emparejarlos, porque SM quiere mucho a Jacob, tampoco quería acabar con ese personaje. De hecho, el tema de la imprimación no sale en LN, si os fijáis. Ya salen Sam y Emily, pero no se dice en ningún momento que Sam está imprimado de ella . El tema surge en Eclipse, y era necesario inventar esto para que Jacob se pudiera vincular con la futura niña, de hecho, las pistas sobre su futura imprimación comienzan en Eclipse Así que cuando empezó a escribir Eclipse, ya tenía bien claro lo de la imprimación. Y lo digo teniendo en cuenta que, como dijo en la pregunta anterior, tenía muy claro el final de Amanecer ya en 2003, es decir, que Nessie iba a nacer. Eso no quita para que Jacob no estuviera enamorado de Bella y que ella fuese su primer amor, por supuesto, una cosa no quita a la otra, pero su amor verdadero no era ella, sino Nessie, le pese a quien le pese. Siempre fue Nessie, como se ven en esas pistas de Eclipse y en Amanecer, en el libro de Jacob Siempre estuvieron vinculados, incluso antes de que ella naciera. - Citación :
- - ¿Jacob preferirá la inmortalidad para quedarse con Renesmee cuando alcance la madurez?
Me parece que hay preocupación por ese tema y lo bonito de su relación es que Nessie no envejecerá cuando llegue a los 18 o 20. Y Jacob, mientras siga convirtiéndose en lobo regularmente, seguirá siendo el mismo, así que tienen la oportunidad de estar juntos. Esto me encantó, porque ese argumento es otra de las estupideces (y perdón por decirlo así, porque respeto a todo el mundo) que tengo que leer a veces por ahí No voy a decir más, porque creo que SM lo ha explicado muy bien De todas formas, no se sabe a ciencia cierta si Nessie es mortal o inmortal, así que… Pero qué más da, el hecho es que, como dijo SM, ellos pueden estar juntos el tiempo que sea.
Bueno, hoy traigo una sorpresa para aquellas a las que les guste el HOT, HOT AVISO +18!!!Pero también he escrito el capi que tocaba hoy, para que aquellas que no quieran leer el Hot, tengan también su capitulo El capi HOT no aporta nada a la historia, no lo voy a incluir en el libro (ya tiene bastante sexo xD ), sólo es un regalo porque en otro foro me lo pidieron y también lo pondré en este, ¿vale? Sólo es un capi para el foro. La que no lo lea no se pierde nada, porque, como acabo de decir, no aporta nada a la historia, es, digamos, independiente, aunque en el tiempo ocurriría después del primer capi de hoy De todas formas, pondré en spoiler la parte caliente, por si alguien sí que quiere leer algo Bueno, y nada más. Espero que con ese capi HOT, HOT, ya os quedéis servidas para una buena temporada xDD Lo digo porque es bastante HOT…
Bueno, pues nada más, aquí os dejo los capis. Espero que os gusten El primero sigue la historia donde la dejamos el martes
Otro regalito, jejejeje:--------------------------------------------------------------------------------------------------------------- DECISIÓNEl día era nublado, como casi siempre. Salí de casa y me dirigí al garaje para coger el coche. Me subí a mi forito blanco, arranqué y lo saqué de allí.
No tardé en encaminarme hacia la senda que unía nuestra casita roja con la carretera de La Push. Pasé por delante del hogar de Billy, el cual se encontraba en el porche, haciendo uno de sus crucigramas, y detuve el vehículo para saludarle. Él también me sonrió cuando me vio. Me incliné sobre el asiento vacío del copiloto e hice girar la manivela para bajar la ventanilla.
―Buenos días, Nessie ―me saludó.
Parecía realmente contento al verme.
―Hola ―sonreí. ―¿Cómo os encontráis hoy?
Me extrañó que lo preguntase en plural, pero enseguida me percaté de que se refería a Jacob y a mí.
―Ah, muy bien ―le contesté.
El quileute asintió, feliz.
―¿Y a dónde vas? ―se extrañó de pronto. ―Al supermercado, a hacer la compra semanal ―le revelé. ―¿Y vas tú sola? ―se volvió a extrañar―. ¿No va nadie de la manada contigo?
Fruncí el ceño, sin entender. ¿Y por qué iba a tener que venir conmigo nadie de la manada para hacer la compra?
―No ―vocalicé, dejando notar mi estupor―, creo que yo sola puedo arreglármelas bien.
Billy resopló entre dientes, nada conforme. ¿Pero qué le pasaba hoy?
―No deberías ir tú sola por ahí ―declaró, algo nervioso.
¿A qué venía ahora esa preocupación por mí?
―Sólo voy al supermercado, Billy, no va a pasarme nada ―afirmé, quitándole importancia para que él se tranquilizase. ―Bueno, supongo que ese sitio estará lleno de gente, aunque, de todas formas, llamaré a alguno de los chicos para que te acompañe.
Qué insistencia.
―No hace falta, puedo yo sola, de verdad ―reiteré―. En fin, tengo un poco de prisa ―mentí―, así que me voy.
Mi suegro asintió, si bien su cara decía a las claras que no iba a ceder en sus intenciones de llamar a alguien.
Suspiré.
―Hasta luego ―me despedí, empezando a cerrar la ventanilla. ―No debes hacer esfuerzos, recuérdalo ―me aconsejó, ahora usando un tono más bien protector y paternal―. Ve poco a poco.
Pestañeé, perpleja.
―Yo soy muy fuerte, Billy ―le recordé, y subí el cristal del todo.
Me despedí con la mano y él hizo lo mismo, pero cuando arranqué, por el espejo retrovisor vi cómo giraba las ruedas de su silla a toda prisa para meterse en casa.
Oh, no. Este iba a llamar a alguno de los chicos. Resoplé. ¿Desde cuando se había vuelto tan sobreprotector conmigo? ¿O es que se había vuelto tan machista como para buscarme una carabina? No lo entendía.
Salí a la carretera de La Push y me encaminé hacia el supermercado del pueblo. Mi plan inicial era ir tranquilamente, sin prisas, pero aceleré, porque sólo de pensar en que uno de los chicos apareciese por allí para acompañarme, hacía que me muriese de la vergüenza. Como si fuese una niña. Chisté.
Mi forito se movió con rapidez por la carretera y fui rezando todo el camino para que llegase antes que alguno de los metamorfos.
No tardé mucho más en llegar al parking del supermercado. Entré como una bala y estacioné del mismo modo. Miré a mi alrededor y suspiré con alivio cuando vi que no había ningún metamorfo a la vista. Apagué el motor y me bajé del coche.
Entré en el establecimiento y cogí uno de los carritos, la compra iba a ser grande. Con un lobo en casa, había que llenarlo. Enseguida me puse manos a la obra. Rodé las ruedas de aquí para allá, recorriendo esos pasillos que ya me sabía de memoria mientras iba cargando el carro con los productos de sus estanterías.
Pasé a la sección de frutería y también fui llenando bolsas. Cuando terminé allí, deposité la última bolsa en el carro e inicié la marcha hacia otra sección. Caminé por delante de unas baldas llenas de envases de cerezas y pasé de largo, sin embargo, mis pies se pararon de sopetón y recularon hacia atrás para mirarlas mejor. Me mordí el labio inferior al verlas, porque, de pronto, me entraron unas ganas enormes de comerme unas cuantas. Eran tan redondas, tan rojas, tan jugosas… Cogí un envase, no, mejor dos, y eché a caminar de nuevo.
El resto de la compra la hice con rapidez y de forma automática, ese supermercado lo conocía bien. Pagué en la caja, lo cargué todo en bolsas de papel, metiéndolas otra vez en el carro para llevarlas al coche, y salí al exterior, empujando el dichoso carrito.
Llegué a mi forito y abrí el maletero. Fui cogiendo las bolsas y las fui colocando en el interior del mismo, hasta que me giré hacia el carro una vez más y agarré la última. Entonces, cuando me estaba volviendo de nuevo, mis ojos se abrieron como platos.
Razvan estaba frente a mí, a unos metros, clavándome esa mirada carmesí, malvada. Decir que sentí escalofríos se quedaba corto, porque esa sensación era punzante, y había llevado tanto tiempo desaparecido. Razvan no había cambiado nada, seguía siendo ese ser maléfico de siempre, pero mis sensaciones hacia él se habían transformado un poco. Desde que me había encerrado durante un año, separándome de Jacob, mi repulsión hacia él se había vuelto infinita, y, si antes ya me daba miedo, ahora le tenía pavor.
De repente, añadiéndose a ese miedo que ya invadía mi mente, algo más me dejó paralizada totalmente. Y era algo muy diferente. Muy, muy diferente. Eran… eran unos golpecitos. Unos cálidos y tiernos golpecitos que nacían del interior de mi vientre.
Mi vista bajó automáticamente para mirarme y, cuando vi mi barriga, la bolsa que sujetaba se me cayó al suelo. No me lo podía creer. Estaba… estaba embarazada. Y de mucho, lo menos estaba de siete u ocho meses. Podía sentir las pataditas que mi bebé me propinaba desde el interior, incluso podía notar sus pequeñitos pies apoyándose en la pared de mi vientre.
Ahora lo entendía todo. Ahora entendía ese extraño comportamiento de Billy.
Mi primera reacción fue la de exhalar impetuosamente, con una sonrisa sorprendida y feliz, y llevar mi mano a mi abultada barriga para acariciarla. Mi vientre albergaba a mi bebé, al bebé de Jacob. Nuestro bebé, nuestro precioso bebé… Pero inmediatamente después mi boca volvió a exhalar, mis ojos se alzaron, temerosos, y ese sentimiento de inmensa felicidad se transformó en un hondo miedo. Me cubrí inmediatamente con los dos brazos para proteger ese tesoro. Sí, este miedo era peor que el anterior, mucho peor. Era pánico, porque ahora sabía a qué había venido Razvan. La vida de mi bebé corría grave peligro.
Los ojos de Razvan descendieron a esa zona y su semblante se volvió más agresivo cuando los alzó otra vez. Algo dentro de mí estalló con una furia nueva, instintiva, y mi labio superior se retiró hacia arriba para mostrarle mis amenazantes colmillos. No me importaba quién pudiera verme, NADIE tocaría a nuestro bebé. Me agazapé un poco, sin soltar mi barriga y le rugí con cólera, dejándole claro que moriría por ese tesoro.
Busqué la hirviente lengua de fuego en mi interior y comencé a llevarla por toda mi columna vertebral. Pero, entonces, otra patadita me avisó de algo y detuve el proceso de transformación de inmediato. Si me transformaba, mi cuerpo sería el de un vampiro casi completo, y no sabía cómo afectaría eso al bebé. Además, mi organismo comenzaría a consumir mi propia sangre para mantenerse fuerte y eso sería muy perjudicial para él, por no decir… mortal. Me costó mucho pensar en esta palabra.
―Los hijos del Gran Lobo deben morir ―afirmó Razvan, con esa voz de ultratumba.
De pronto, sacó un cuchillo grande y afilado de su bolsillo trasero y, sin darme tiempo de reaccionar, lo lanzó con saña contra mi vientre.
―¡NOOOOOOO! ―chillé, horrorizada, inclinándome hacia delante para protegerle más.
Sin embargo, fue inútil.
No sentí ningún pinchazo, pero, de repente, noté cómo la vida se esfumaba de mi barriga a pasos agigantados. Me miré con auténtico pavor y, al despegar mis temblorosas manos, vi que éstas estaban llenas de sangre. ¡No, sangre! ¡Había sangre por todas partes!
―¡NOOOOOOO, MI BEBÉ! ―grité, llorando sin consuelo.
Pero no había ningún cuchillo clavado en mi barriga. Me erguí un poco para observarme mejor, mientras temblaba y lloraba. El cuchillo se había clavado en el tronco del árbol que reposaba junto a mi coche. Sin embargo, mi vientre estaba lleno de sangre, y ya no notaba las pataditas, ni la calidez… Sólo notaba muerte…
Entonces, mi horrorizada mente comprendió lo que estaba pasando. Era yo. Yo estaba perdiendo a mi bebé, a nuestro bebé… ¡No! ¡No podía ser! Mis ojos y mi garganta lloraban desconsolados mientras mis ensangrentadas manos se afanaban en acariciar algo que ya había muerto, como si así fuera a devolverle la vida.
¡No! ¡No! ¡NO! ¡NOOOOOOO!
Nessie…, Nessie…, ya me parecía escuchar la voz de Jacob, llamándome en esa oscuridad que empezó a cernirse sobre mí.
¡MI BEBÉ! ¡NUESTRO BEBÉ! ¡LO ESTOY PERDIENDO! ¡LO ESTOY PERDIENDO!
Nessie…
―¡Noooo! ―voceé, abriendo los ojos mientras me incorporaba súbitamente en algún sitio.
Era un lugar extraño y mis bronquios seguían expirando el aire a toda pastilla, así como mis manos, que continuaban pegadas a mi vientre. Me miré con precipitación. Ya no había sangre, ni barriga abultada…
―Nessie, cielo, mírame, estoy aquí ―murmuró mi adorada voz ronca al tiempo que sus cálidas manos acariciaban mi rostro con ansiedad.
Tardé un poco en darme cuenta de dónde estaba, pero finalmente lo hice. Era la tienda de campaña. Todo había sido una horrible pesadilla, aunque eso no me tranquilizaba nada. Mi rostro se giró y por fin vi a Jacob.
―Jake… ―sollocé, lanzándome a sus brazos. ―Ya pasó, pequeña ―me susurró, apretando su abrazo. ―Jake, ¿pasa algo? ―preguntó el cuchicheo de Cheran desde fuera.
Genial. Seguro que había despertado a todo el mundo.
―No. Nessie ha tenido una pesadilla, eso es todo ―le contestó, hablándole en voz baja. ―Ah, vale ―se calmó el metamorfo―. Sólo ha sido una pesadilla ―le explicó acto seguido a alguien―, así que volved a las tiendas ―sí, al resto. Había despertado a todo el mundo.
Ahora que prestaba atención, escuché cómo mis amigos y amigas se iban metiendo en sus tiendas mientras murmuraban para comentar el susto que les había dado.
Los fuertes y protectores brazos de Jake me reconfortaron al instante, y sentir su ardiente torso desnudo pegado a mi pecho, transmitiéndome sus pausados y potentes latidos, más esos prodigiosos dedos que ya peinaban mi cabello, me calmó con rapidez. Nos quedamos un rato así, abrazados, hasta que mis lágrimas dejaron de salir de mis lacrimales.
―He tenido una pesadilla horrible ―murmuré cuando ya fui capaz de hablar, sin apartarme ni un ápice de él.
Todavía necesitaba sus brazos.
―Lo sé. La he visto ―reveló, hablándome con un murmullo.
Ahora sí. Me despegué un poco de su cuerpo para observarle mejor.
―¿La has visto? ―inquirí, mirándole con preocupación. ―Sí, bueno, ya sabes, con tu mano y eso ―confesó, mordiéndose el labio, un tanto arrepentido―. Hablabas en voz alta y quería saber qué estabas soñando. ―Ya sabes lo que eso significa ―le recordé, temerosa―. Ya sabes lo que pasa con estas pesadillas. ¿Y si yo…? ¿Y si yo no puedo tener hijos? ―de repente, mil dudas empezaron a azotar a mi cabeza; dudas que no había tenido jamás y que esta pesadilla hacía que me plantease atropelladamente.
Su hermoso rostro cambió de inmediato, para ponerse serio.
―Claro que puedes tenerlos ―aseguró, mirándome con absoluta confianza―. Tu sistema reproductivo es idéntico al de una humana. ―Sí, pero… ―mis ojos bajaron para buscar respuestas con nerviosismo―, quizá pueda quedarme embarazada, por mi condición de semihumana, pero mi condición de semivampiro tal vez haga que mi cuerpo no logre… ―Para ―me interrumpió, alzándome la barbilla con su cálida mano con el fin de que mis pupilas se enganchasen a las suyas de nuevo. Sus ojos volvieron a mirarme con determinación―. Puedes tener hijos, lo sé. Además, la profecía lo corrobora.
Sus palabras fueron un balsámico fresco y tranquilizador, porque me recordaron lo que esa invasión de dudas me habían hecho olvidar tontamente durante este momento de fragilidad.
Cerré los ojos y suspiré, muy aliviada.
―Es verdad ―asentí, ya mirándole. ―Esa pesadilla tiene que significar otra cosa ―afirmó, metiéndome el pelo detrás de las orejas. ―¿Pero, el qué? ―cuestioné con preocupación―. Mis otras pesadillas se cumplieron tal cual las soñé.
Jacob se quedó pensando durante casi un minuto.
―Puede que tenga más que ver con Razvan ―conjeturó finalmente―. Tal vez eso del cuchillo simbolice un truco de magia o algo así, porque está claro que en la realidad no se sacaría una daga del pantalón para lanzártela, digo yo. ―Quién sabe ―suspiré, bajando mis párpados. Luego, los subí de nuevo―. Puede que tengas razón. Ya has oído a Thiago. Razvan, Nikoláy y Ruslán estarán al acecho el día que yo me quede embarazada ―recordé, preocupada. ―No te preocupes, esa pesadilla no se cumplirá ―aseguró, y sus intensos ojos negros corroboraban lo que decía. ―¿Y cómo lo sabes? ―dudé, no de él, sino de que pudiéramos hacer algo para evitarlo. ―No te quedarás embarazada. ―¿Cómo? ―parpadeé, perpleja y confusa.
No es que quisiera quedarme embarazada ahora. Bueno, ni ahora ni dentro de un año o dos. Pero tal vez sí dentro de tres o cuatro años, porque, aunque en estos momentos aún no me apeteciese, quería tener hijos con Jacob en un futuro, por supuesto. Aunque el verme en ese sueño embarazada de Jacob, hacía que mis mariposas saltasen, revoltosas. Y esto de no quedarme embarazada nunca…
―Quiero decir, todavía ―aclaró, sonriendo levemente al ver mi mala interpretación, y su ardiente mano acarició mi mejilla―. No tenemos prisa, ¿no? Pues esperaremos. ―Pero, Jake, da igual lo que tardemos en tenerlos ―le rebatí, angustiada―. No sabemos en qué fecha ocurrirá la pesadilla, puede que eso suceda dentro de unos años… ―Espera, déjame terminar ―me cortó, poniéndome sus tórridas yemas sobre mis labios. No pude evitar que el vello de mi cuerpo se pusiera de punta con ese roce. Su rostro volvió a ponerse serio y empezó a hablarme con decisión, enganchándome con esa mirada profunda―. Esperaremos hasta que demos caza a esos magos. Tú sigues tomando la píldora, ¿no?, así que no hay problema con eso. Les buscaré y les perseguiré hasta que me los cargue. No me importa cómo ni dónde, les buscaré por tierra, mar y aire hasta que dé con ellos, y después me aseguraré de que están bien muertos. Y luego, cuando ellos ya no existan y no haya peligro de que tu pesadilla se cumpla, si ya nos apetece tener críos, puedes dejar de tomarla. ―¿Pero cómo vas a encontrarles? Ni siquiera Demetri o Thiago parecen conseguirlo ―dudé de nuevo. ―No lo sé, pero lo haré ―afirmó con resolución―. Está claro que ellos están merodeando por estas tierras, a la espera. Lo mejor es que no tengamos hijos, por el momento. No hasta que liquide a ese Razvan y compañía ―rechinó los dientes. ―¿Y si tardas muchos años? ―No me importa esperar los años que hagan falta ―afirmó, seguro y decidido―. Tenemos muchos años por delante para tenerlos, no hay prisa. Pero les cogeré y acabaré con ellos, te lo prometo ―declaró, clavándome sus intensos ojazos.
Observé ese hermoso rostro y sonreí. Jamás me cansaba de mirarlo. Ya me sabía de memoria todas esas pequeñas imperfecciones de su piel, todas, cada una de ellas. Pero todas ellas eran precisamente las que hacían que su rostro me pareciese tan hermoso y perfecto. Era una contradicción, lo sé, pero, acostumbrada como estaba a ver semblantes tan sumamente perfectos e impolutos, el suyo me parecía tan especial. Y era precisamente por eso, por esas imperfecciones que hacían de su rostro único, personal, diferente, cálido y, eso, especial. Aunque no sólo estaba eso. También eran todos sus defectos, hasta éstos me gustaban. Todos ellos se sumaban a sus virtudes para enamorarme más de él.
Me pegué a él y acerqué mi rostro al suyo para besarle. Sus tórridos labios enseguida correspondieron a los míos, pero los dos nos obligamos a parar. Cogí aire y le abracé otra vez. Sus brazos me acogieron con mimo y me ayudó a tumbarme con él en el saco, dejando que mi cabeza reposara en su cómodo pecho.
―¿Te encuentras mejor? ¿Ya estás más tranquila? ―susurró, y sus dedos comenzaron a jugar con mis rizos. ―Sí ―murmuré, sonriendo de felicidad.
Lo estaba, porque sabía que él cumpliría su promesa, y él era el Gran Lobo, el rey de los lobos, el rey de nuestro mundo, el ser más poderoso del planeta. Nada ni nadie podía vencerle.
Lo único que teníamos que hacer era seguir como hasta ahora: no tener prisa por tener hijos. No hasta que Razvan, Nikoláy y Ruslán murieran. Y eso era certero.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- AVISO, +18HARLEY DAVIDSON(PARÉNTESIS. SÓLO PARA EL FIC) RENESMEE
Seguía siendo septiembre, solamente quedaban dos días para mi cumpleaños, y cinco para el de mi madre, pero, para estar en este mes y ser la península de Olympic, hacía un calor horrible.
Este era el segundo libro que me devoraba hoy. Terminé de leer el último párrafo, cerré las tapas con un golpe seco, lo posé sobre mis pantorrillas y alcé mis brazos para estirarme.
Miré el reloj. Jake llevaba cerca de una hora en el garaje, limpiando su Harley Davidson. Torcí el gesto. ¿Es que no se cansaba nunca de esa moto? Además, esta mañana ya habíamos salido para rodarla un poco. Iba a empezar a ponerme celosa de verdad de esa Harley.
Me reí para mis adentros de mi propia broma, cosa absurda, por otra parte, y me levanté del sillón. Dejé el libro sobre el ladrillo de la chimenea y me sacudí la falda. Ésta en cuestión debería quedarse un poco más arriba de mis rodillas, pero la tela azul de esos dichosos pliegues se arrugaba enseguida y la prenda quedaba más alzada de lo que debería. Resoplé. La estiré como pude, pero poco conseguí. En fin, estaba en casa y no tenía pensado ir a ninguna parte, así que tampoco importaba tanto.
Me di la vuelta y salí del saloncito para dirigirme a la puerta de salida. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma, así que decidí ir yo misma a buscar a Jacob al garaje. Lo sacaría de allí a rastras, si hacía falta.
Salí de casa y me dirigí al garaje dando un pausado paseo por el jardín. El cielo ya había sido invadido por unos nubarrones muy oscuros y en el horizonte del océano podían escucharse los truenos de la tormenta que ya estaba en ciernes. Los rayos relampagueaban no muy lejos, dándole fuertes latigazos al mar, y las gaviotas chillaban y volaban nerviosas, buscando dónde refugiarse. Unas gotas enormes ya se dejaban caer desde el cielo y comenzaban a mojar el terreno. Mis pies estaban descalzos, así que podía sentir el frescor de la hierba en las plantas, ésta era tan mullida, que parecía que pisaba una confortable y cómoda alfombra. Me alegré de no haberme calzado, porque gracias a eso, podía disfrutar de esta maravilla. Relajaba y todo.
La puerta del garaje estaba abierta, como siempre. Cuando pasé al interior, vi lo que estaba haciendo mi chico. Ya había relimpiado la moto, y ahora le estaba sacando brillo con un trapo. Menos mal que se percató de mi presencia enseguida y me sonrió.
―¿Ya has terminado de leer el libro? ―me preguntó, eso sí, sin dejar de frotar ese tubo de escape brillante.
Como ya dije, hacía mucho calor, por eso solamente llevaba unos viejos pantalones cortos de color verde militar y, al igual que yo, iba descalzo. Él estaba más que acostumbrado a no calzar nada, y hoy hacía un día demasiado bochornoso como para cubrir sus pies. Su pecho lucía su desnudez y su piel estaba algo humedecida por una casi imperceptible capa de sudor, las diminutas partículas que lo envolvían casi no llegaban a ser gotas. Ese afrodisíaco olor era muy tenue, lo justo para que yo no me volviese loca, aunque no escapaba a mi nariz, por supuesto.
―Sí ―asentí, cogiendo una pieza de la estantería para acercarme a él disimuladamente, haciendo como que la miraba―. ¿Y tú? ¿Ya has terminado de limpiar esa dich… la moto? ―corregí a tiempo.
Jacob no sólo se dio cuenta de la corrección de mi frase, claro, sino que también se fijó en el ligero torcimiento de morros que tenía. Intenté disimularlo, y casi lo consigo, pero un sutil gesto era suficiente para él. La sonrisa de Jake se amplió y adoptó un matiz un tanto presuntuoso, al tiempo que se erguía para dejar de frotar el metal.
―¿Estás celosa de la moto? ―inquirió, manteniendo esa sonrisa. ―No digas tonterías ―contesté, ladeando el rostro con algo de petulancia.
Aproveché para dejar la pieza en otra estantería y me crucé de brazos.
―Venga, nena, no tienes por qué estarlo. Entre ella y yo no hay nada, te lo aseguro, sólo admiración ―alegó, haciendo la broma―. Me gustaría que tú y ella os llevaseis bien. Creo que podríais llegar a ser muy buenas amigas, en serio.
Giré el rostro hacia él, entrecerré los ojos para simular una cara de odio y volví a virarlo. Jacob se rió.
Se quedó mirándome, mordiéndose su sonriente labio inferior, parecía estar planeando algo. Entonces, tiró el paño a un lado, se fue a cerrar la puerta del garaje, pasando por delante de mis extrañados ojos, que le seguían de reojo, y se acercó a la moto de nuevo. Acto seguido, se montó en la Harley. La máquina ya se mantenía en pie gracias a su fuerte pata metálica, pero él la puso derecha y la sostuvo fácilmente, con sus largas y robustas piernas.
―¿Te gustaría que te enseñase a manejarla? ―me propuso, con una sonrisa, mientras sus manos se apoyaban en el asiento―. Te dejaría llevarla alguna vez.
Eso hizo que mi cara se volviese súbitamente para mirarle, sorprendida.
―¿Me dejarías llevarla yo sola? ―Tú sola… ―frunció los labios, observándome, pensativo. ―Entonces no pienso ser amiga de esa moto. Jamás ―aseguré, siguiendo con su broma.
Y ladeé mi rostro de nuevo.
―Bueno, vale ―accedió finalmente. Mi cara se volvió hacia él otra vez, sonriente―. Pero sólo cuando estés muy preparada. Estas motos pesan un quintal y son difíciles de manejar. ―Yo puedo con esta moto perfectamente ―afirmé―. ¿Quieres que hagamos la prueba? Puedo levantarla ―y solté mis brazos para dirigirme a los bajos de la máquina. ―No, deja ―me paró, bajando los suyos para que no siguiera―. No hace falta, te creo ―sonrió con una mueca.
Solté una risilla.
La lluvia comenzó a repiquetear con fuerza sobre las planchas de chapa del tejado, creándose un soniquete continuo, aunque también se podía escuchar cómo azotaba la hierba del jardín, tras la puerta cerrada.
Jacob dio unas palmaditas sobre la parte delantera del asiento para que yo me sentase ahí, mostrándome esa seductora sonrisa torcida, y así lo hice. Pasé la pierna sobre el cuero negro y me subí a la Harley Davidson, justo delante de él.
Noté cómo su pecho se arrimaba a mí y el vello ya se me puso de punta, porque podía sentir la humedad caliente de su piel en la parte desnuda que mi camiseta de tirantes blanca dejaba en mi espalda. Mi pelo estaba recogido en una coleta baja, pero la poca parte que quedaba al descubierto y que le sentía era suficiente para que me estremeciera. Mis mariposas se pusieron a volar como locas, electrizando mi estómago con entusiasmo, y mi ritmo cardíaco ya empezó a acelerarse.
Jacob percibió mi reacción y se acomodó aún más cerca, provocándome. Mi sien estaba muy arrimada a su mejilla, y si giraba mi cara, su humedecido cuello quedaba a la altura de mi boca. La energía ya comenzó a fluir, atrayéndonos, y empecé a oler su efluvio con más intensidad, al tenerle tan cerca…
Giró su rostro un poco, hacia mí. Éste también estaba algo húmedo.
―Bueno, los mandos son como en el resto de las motos ―empezó a explicarme, hablándome con un suave susurro que rozaba mi oreja y que ya me hizo hiperventilar como una tonta.
Ese afrodisíaco olor que antes conseguía dominar, ahora se introducía por mi nariz con ganas. Mi cuerpo empezó a reaccionar, despertándose todos mis instintos primarios.
―¿Y cómo era? ―conseguí musitar, jugueteando.
El labio de mi marido se volvió a curvar hacia arriba. Sí, estaba claro que lo que quería era seducirme con la excusa de la Harley. Y lo estaba consiguiendo.
- Spoiler:
Sin despegar su mejilla de mi sien, subió sus manos y las llevó hasta mis brazos. Con mucha suavidad, los acarició con sus sedosas palmas, poniéndome todo el vello de punta, hasta que llegó a mis dedos. Los entrelazó con los suyos por el dorso de mis manos y alzó mis brazos. Cuando se inclinó sobre mí para llevármelos al manillar y le noté tan pegado a mi cuerpo, no pude evitar que mi boca empezase a respirar con estimulados jadeos. No podía estar más excitada, ya notaba el ardor en todo mi bajo vientre. No sé qué era; bueno, sí, era él, su maravilloso olor, la postura, la energía, el morbo que me producía la moto, la cual tenía entre mis piernas, usurpando su lugar, todo. Jacob pareció encenderse por mi reacción y su boca también comenzó a exhalar con más agitación. Podía sentir los fuertes latidos de su corazón en mi espalda, palpitando con rapidez.
Sus manos rodearon a las mías para que mis dedos llegasen a las palancas del manillar.
―Esto era el freno ―empezó a susurrarme de nuevo en el oído mientras me hacía doblar los dedos. Todos sus susurros me hacían hiperventilar―, esto el embrague y esto el acelerador.
No pude evitarlo. Giré mi rostro hacia el suyo, dejando que nuestros ansiosos labios se rozasen, me pegué más a él y comencé a friccionarme ligeramente contra su cuerpazo húmedo, sin que ninguno de los dos soltase el manillar. Los dos empezamos a jadear en nuestras bocas, su abrasador aliento ya me estaba comiendo. Empecé a sentir la urgente necesidad de que me arrancase la ropa interior y me tomase así mismo, tal y como estábamos.
Su mano izquierda soltó la mía y bajó para rodear mi cintura, instándome a reclinarme con él. Así lo hice, sus deseos eran órdenes para mí. Solté el manillar, su mano se movió hacia mi estómago para ayudarme y los dos nos pusimos derechos de nuevo mientras nuestros labios se rozaban sin parar y nuestras bocas expiraban con agitación.
Un trueno estalló afuera y, con él, todo lo demás.
Sus labios se unieron del todo a los míos y comenzamos a entrelazarlos despacio, a conciencia, si bien respirábamos con auténtico fervor. Mis mariposas aleteaban, frenéticas. Su mano derecha me quitó la goma del pelo lentamente, dejando que ésta se deslizara con delicadeza por lo que todavía era mi coleta, y me soltó el cabello, ayudando con sus dedos, que acariciaron mi nuca para que los rizos de mi melena se distribuyera bien por mi espalda. Después, me colocó el cabello a un lado, rozando mi estremecida piel con sus sedosos y calientes dedos, y despejó la parte lateral izquierda de mi cuello.
Ya llevaba un rato hiperventilando en su boca, pero cuando soltó la mía y acercó sus gruesos y ardientes labios a mi cuello para besarlo, jadeé con más intensidad. Mi cabeza se ladeó un poco para que él pudiese deslizarlos mejor y mi mano se asió a su pelo con gran entusiasmo. Recorrió todo ese lado de mi cuello suavemente, susurrándome en la piel, excitándome el triple. Subió su boca, pasando por la línea lateral de mi mandíbula, y llegó al lóbulo de mi oreja. Me estremecí aún más y me froté con él de nuevo, aunque esta vez con más ardor. Sus jadeos también aumentaron y la mano que había acomodado a mi cabello se fue a mi abdomen para ayudarme en mis movimientos.
El ruido de la tormenta no cesaba, y nuestro fuego tampoco.
Dejé de friccionarme cuando su abrasadora boca regresó a la mía y ambas se movieron con pasión, fundiéndose en una sola. Sus manos reptaron a ambos lados y comenzaron a arrastrarse lentamente por mi falda, buscando mis pantorrillas. Enseguida encontraron el final de la prenda y sus ardientes palmas invirtieron su movimiento para acariciar mis muslos, alzando la tela a su paso. Los acarició con avidez, aunque con calma, estremeciéndome de punta a punta. Nuestros bronquios no daban a basto, como la lluvia de fuera. Esas tórridas caricias casi me hicieron palpitar cuando se desplazaron al interior de mis muslos, pero cuando su mano derecha ascendió un poco y se coló por mi ropa interior para tantearme, ya fue inevitable.
Los jadeos que antes mi boca exhalaba en la suya se convirtieron en suaves gemidos y mi mano enganchó su pelo con más fuerza mientras mis piernas se abrían más y mi pelvis buscaba sus movimientos con frenesí, presa del placer que mi bajo vientre ya sentía. Eso le excitó muchísimo y él jadeó más alto. Su rostro cambió de sitio para esperarme al otro lado al tiempo que su mano izquierda dejaba el interior de mi muslo. Mi cabeza ya se estaba volteando, buscando sus labios con ansia, pero él amarró mi cabello en un puño y me la terminó de girar para que nuestras bocas se pegasen de nuevo y no se separasen nunca. Entonces su tanteo inicial por fin pasó a mayores. Todo eso me volvió loca. Él ya lo introducía, frotándome al mismo tiempo justo ahí donde me tenía que frotar, pero yo empujaba más fuerte para que su dedo llegase más a fondo.
―Jake… ―susurré con fervor. ―Nessie… ―jadeó en mis labios, muy excitado.
Sí, le deseaba, le deseaba… Quería que susurrase mi nombre con placer y deseo, una y otra vez. Pero esto no me llenaba como yo quería, necesitaba más, y sólo él lo tenía.
Le cogí la muñeca y saqué su mano de mi ropa interior. Me despegué de su espalda al mismo tiempo que él soltaba mi pelo para dejarme ir, y me bajé de la Harley rápidamente. Aunque no por mucho tiempo. Me quité la ropa interior con velocidad mientras los dos nos clavábamos esas miradas hambrientas llenas de deseo, la suya también me reclamaba con urgencia, y me subí de nuevo a la moto, esta vez sentándome frente a él.
Sus grandes manos no tardaron nada en abarcar mi espalda y mi cintura, pero las mías también fueron hábiles y se apresuraron a lanzarse al cierre de su pantalón, que ya estaba más que hinchado. Me empujó contra él y nuestras bocas se ensamblaron automáticamente, entre fuertes y alocados jadeos. Él estaba ansioso, como yo, y su maravilloso e intenso efluvio, más la alocada energía que seguía fluyendo a nuestro alrededor, me hacían perder la cordura totalmente. Su tórrida lengua se abrió paso para jugar y la mía la recibió con ganas, expirando a todo lo que daban nuestros bronquios al tiempo que sus ardientes manos se metían bajo mi camiseta para acariciar mi espalda con frenesí, cosa que me estremeció aún más.
Los truenos y la lluvia ya apenas tenían presencia en mis oídos, pues solamente podía sentir a Jacob, su ardor, su pasión salvaje…
Tenía demasiada prisa, demasiada, ya no aguantaba más. Necesitaba tenerle dentro de mí ya, ahora. Mis manos no se entretuvieron más con ese dichoso botón, tiraron con fuerza y abrieron el cierre de un solo movimiento, rompiéndolo. La destrozada cremallera ya estaba abierta del todo, pero terminé rasgando los pantalones otra vez, con otro tirón, para que éste se abriera aún más y esa zona quedase totalmente al descubierto, dejando sus caderas libres. Y lo que apareció era justo lo que yo buscaba y ansiaba.
Sin perder más tiempo, llevé mis brazos a su cuello y me senté sobre él, dejando que el centro de mi deseo enseguida tomara lo que ansiaba, por fin, por fin... Nuestras lenguas descansaron cuando ambos gemimos, manteniendo nuestros labios más que unidos, y una de mis manos pasó a aferrarse a su corto pelo azabache. Sus manos volaron para meterse bajo mi falda y sus dedos se clavaron en mi espalda más baja para apretarme más contra él, con un movimiento enérgico y ávido. Volví a gemir, al notarle tan dentro de mí, ya no podíamos estar más juntos, y quería estar así para siempre, para siempre... Él también gimió. La abrasadora exhalación de su gemido sordo fue impetuosa y logró introducirse por mi garganta, caldeándome todavía más.
Cómo le deseaba, cómo le ansiaba. Le ansiaba con todas mis fuerzas, y le amaba con toda mi alma, con todo mi ser, cada célula de mi cuerpo le amaba hasta la locura, era indescriptible. No era su afrodisíaco sudor, ni la moto, ni ninguna otra cosa. Era él, sólo él. Jacob, Jacob, Jacob, eternamente Jacob. Él me llevaba a la locura, hasta el punto de no poder controlarme. No había palabras que pudieran describir todo lo que sentía por él. Y con él.
No aguantaba más. Comencé a moverme sobre Jacob, haciendo que toda su virilidad se deslizase dentro de mí, una y otra vez. Esto sí me llenaba, me llenaba… El placer que sentía era inmenso, barría mi interior con fuerza. Los dos jadeábamos en voz alta, rozando nuestros labios sin parar, clavándonos esa mirada de fuego el uno al otro, y sus ávidas manos ayudaban a mi cuerpo a moverse, empujándome hacia él.
Mi amor, mi amor, mi amor… Eso era lo único que mi mente podía pensar en estos momentos. En todo lo que le amaba, en lo locamente enamorada que estaba de él, en todo lo que le deseaba, en todo ese placer que sólo él era capaz de hacerme sentir.
Llevé mis manos a sus hombros y me separé un poco de él para deslizarme con más fuerza. Él también pasó a empujar, pero la que tenía el control era yo. Mi placer aumentó con ese roce impetuoso y poderoso, tanto, que el primer orgasmo físico llegó al instante, obligándome a gemir más alto. Todo palpitó intensamente, barriéndome entera, haciéndome bajar los párpados y perder la razón por un instante.
Mi orgasmo y mis embestidas le volvieron loco a él también, aunque se contuvo para seguir un poco más.
―Nessie… ―jadeó, con furor.
Sí, no dejes de pronunciar mi nombre, pronúncialo, mi amor… Alcé los párpados para mirarle y continué moviéndome sobre él del mismo modo, todavía quedaba mucho por saciar.
Sus manos dejaron mi espalda más baja y subieron a la parte superior de mi camiseta. La agarró por arriba y, con un movimiento enérgico y arrebatador, la rasgó de arriba a abajo, destrozándola de dos tirones. El sujetador no duró mucho más. Lo rompió por la parte delantera y lo abrió, dejando todo mi pecho al descubierto. Le encantaba ver cómo me contorneaba y mis excitados senos seguían esa danza rítmica. Mi camiseta seguía puesta, así como mi roto sujetador, que quedaba colgando a ambos lados, pero él llevó sus manos a mi estremecido pecho y comenzó a acariciarme con hambre. Eso me excitaba muchísimo y mis fuertes jadeos aumentaron de intensidad. Arqueé mi espalda hacia atrás, estirando mis brazos completamente y cerré los ojos, dejándome hacer, dejándome llevar del todo.
Mi largo cabello rozaba mi espalda mientras mi cuerpo se movía sobre el suyo. Sus prodigiosas manos se deslizaban por mi vientre, por mi abdomen, y subían a mis senos, donde sus dedos los excitaban todavía más. Sólo ellos sabían hacer eso. Mi cuerpo palpitaba continuamente, no llegaban a ser orgasmos, pero estaban muy cerca. Subió los dedos de una mano por mi garganta y los condujo hasta mi boca, donde introdujo uno para que lo chupara. Enderecé mi espalda y le miré con ojos hambrientos mientras lo hacía y continuaba deslizándome con fervor. Sus ojos de fuego me reclamaron con urgencia.
Sacó el dedo de mi boca y, con rapidez, me empujó hacia él, haciendo que mi torso y el suyo se fundieran y nuestros labios se unieran para rozarse, intercambiándose esos agitadísimos alientos. Me vi obligada a parar, pero continuábamos unidos y, sólo sentirle dentro de mí, seguía haciéndome palpitar.
―Que quowle… ―me susurró en la boca, con fervor. ―Jake… ―conseguí jadear, porque me derretía sin remedio―. Que quowle… ―Dímelo otra vez, nena… ―me pidió, con otro estimulado susurro que ya besaba mis labios.
Jadeé con entusiasmo. Mis manos se fueron a su pelo para amarrarlo con fuerza.
―Que quowle… ―repetí, muy encendida. ―Nessie… ―jadeó.
La energía que nos rodeaba volaba con fuerza a nuestro alrededor, y apenas podía sentir la tormenta que se abatía afuera.
Su ardiente piel estaba más húmeda, y la mía ya comenzaba a estarlo. Su intenso olor me volvía loca, él me volvía loca. Sus calientes labios, sus tórridas y suaves manos, su abrasador y agitado aliento, sus fuertes brazos, su mirada de fuego… Mis manos lo soltaron y despejé todo mi torso, dejando caer la camiseta rota y lo que quedaba de mi sujetador hacia atrás. Envolví su cuello de nuevo y comencé a moverme sobre él una vez más, haciendo frotar mis senos contra su pecho al tiempo que Jacob se unía a mis empujes, llevaba sus amplias palmas por toda mi espalda y me alzaba el cabello. Jadeamos más alto, en nuestros labios, y nos besamos con una pasión desmedida, entremezclando nuestras lenguas con fogosidad. Él la deslizaba por la mía y yo la deslizaba por la suya, en total sincronización y armonía. Nuestra complicidad siempre se hacía evidente.
Bajé mis manos y pasé a acariciar su impresionante torso. Me recreé en esos músculos perfectos y fuertes, en esa piel ardiente, húmeda y que olía tan bien, mientras seguía moviéndome sobre él y nuestros labios continuaban besándose con ese afán. Hasta que Jacob me cogió por las muñecas, las colocó sobre su cuello y me obligó a parar.
Dejó de besarme, se desprendió de mí y mi cuerpo se sintió completamente vacío, huérfano, aunque sabía que sería por muy poco tiempo. Se levantó un poco, agarrándome por mi espalda más baja, y se incorporó sobre mí, asistiéndome para tumbarme sobre la moto. El asiento de la Harley no era excesivamente ancho, pero sí lo justo para que mi cuerpo pudiera quedar tendido sobre el mismo. Reptó por mi pecho con sus labios y sus manos, parándose en mis senos para recrearse un rato. Eso hizo que mis jadeos subieran de volumen y que mi torso se moviese para acompañar a su boca mientras mis manos se afanaban en acariciar su poderosa espalda. Mis piernas se abrían más, invitándole a volver a entrar en el centro de mi deseo. Su boca ascendió, besando mi cuello, recorrió la línea de mi mandíbula y finalmente terminó en mis labios.
Mis llamadas surtieron efecto. Mi cuerpo volvió a sentirse completo cuando se unió a mí de nuevo; lo hizo muy despacio, concienzudamente, abriéndose paso con facilidad…
―Jake… ―mis dedos se hundieron el la piel de su espalda al notarle dentro del todo.
Ambos gemimos en nuestras bocas con placer, una vez más. Sus largas y robustas piernas sostenían la moto para que no se cayese a un lado, ayudando a la fuerte pata metálica de la moto, y comenzó a moverse dentro de mí con vehemencia, sujetando el manillar con sus manos. Si hubiera sido otra moto, desde luego no hubiera resistido semejantes embustes.
Los dos rozábamos los labios para jadear en voz alta, sin dejar de clavarnos la mirada, y mis dedos escalaron por su cuello para terminar asiéndose a su cabello. El cuadro de mandos me hacía daño en la nuca, pero no me importaba en absoluto, porque lo único que podía sentir era ese enorme placer que me invadía a cada instante, esa energía frenética, ese aliento que se agitaba en mis labios, sólo podía sentirle a él, deslizándose entre mis piernas una y otra vez, frotando el punto de unión de éstas a la vez que bombeaba con esa impetuosa fuerza que rozaba el fondo de mi bajo vientre con golpes espasmódicos y bravíos.
Dios mío… Mi amor, mi amor…
Ese ardiente y dulce dolor me invadía a cada instante, uniéndose a las palpitaciones que nacían de ese punto de unión y que ya comenzaban a tomar todo mi ser.
Bajé mis manos por su ancha y portentosa espalda y conseguí llegar al final de ésta, bajándole los pantalones un poco más. Clavé mis dedos con avidez para que no se detuviera jamás.
―Mi amor…, no pares… ―le supliqué entre esos fuertes jadeos que ya se parecían más a gemidos. ―Nessie… ―jadeó él.
Sus labios volvieron a besarme con excitación. Mi sedienta boca le correspondió y llevé mis manos de regreso a su pelo para que tampoco dejase de besarme nunca. Rodeé su cintura con mis piernas y le ayudé a empujar aún más fuerte al tiempo que toda la piel de su increíble torso se frotaba con la mía, propiciando que nuestros húmedos efluvios se mezclasen y mis senos ya alcanzasen el cielo.
Todos esos roces, su frotamiento, ese bombeo impetuoso y poderoso, ese ardor, el sentirle tan dentro de mí, todo… hizo que ya perdiera la cabeza completamente. Y él también.
El inmenso placer explotó del todo, acompañando al trueno que sonó fuera, y llegó el éxtasis. Todo mi cuerpo, todo mi ser, fue barrido por ese clímax que se mezcló con la frenética energía que nos envolvía, la cual estalló al mismo tiempo. Esta vez el orgasmo duró mucho más y fue mucho más intenso, increíble y mágico. Y también sentí el suyo; eso siempre hacía que fuera aún más especial, porque sucedía a la vez que el mío, porque lo compartíamos todo. Sentí cómo su alma, su espíritu, se unía a la mía, tomándola al igual que su cuerpo había tomado al mío. Sentí cómo volaban y bailaban juntas durante un instante maravilloso, indescriptible, que hizo que ese enorme placer se convirtiera en delirio puro. Siempre era tan intenso, que mis ojos no podían evitar las lágrimas. Daba igual las veces que hiciésemos el amor, siempre era indescriptible, espiritual, mágico y maravilloso.
Ambos gemimos en nuestros labios, presos de ese enorme delirio, y mis dedos tiraron de su pelo con ansia. Cuando todos mis espasmos terminaron y el orgasmo de Jacob llegó a su fin, dejó de moverse dentro de mí.
Nos quedamos quietos, intentando recuperar el aliento, todavía unidos, mirándonos completamente maravillados y anonadados.
―Creo que ya soy amiga de la Harley ―conseguí decir entre mis exhalaciones; y sonreí en sus labios.
Jake sonrió, también, expirando aún con dificultad.
―Hacer el amor en una Harley Davidson es lo más sexy que hemos hecho nunca, ¿no crees? ―afirmó, manteniendo la sonrisa y esa agitada respiración. ―Sí ―coincidí, sin dejar de sonreír ni exhalar.
Pero sabíamos que esto ni mucho menos había terminado. Su boca no tardó en regresar a la mía para saciar nuestra interminable sed una vez más, y mis dedos se entremezclaron en su corto pelo con fervor.
De pronto, Jacob hizo el amago de desprenderse de mi cuerpo, seguramente para tomarme en brazos. Eso hizo que soltase su boca con rapidez.
―No… ―imploré con un susurro que rozó sus labios con furor, clavando mis dedos en su espalda más baja―. No te separes de mí…
No, no quería separarme de él jamás. Quería sentirle dentro de mí para siempre…
―Nena… ―susurró con más que deseo, volviendo a mis labios.
La pasión volvió a hacer acto de presencia en dos segundos.
Sus manos soltaron el manillar y se metieron bajo mi espalda. Tiró de mi columna y, sin dejar de besarnos en ningún momento ni separar nuestros cuerpos, se puso de pie y me levantó de la moto, sujetándome por el trasero. Yo rodeé su cuello con mis brazos y seguí comiéndome sus labios. Pasó su pierna por encima del asiento de cuero y caminó hacia una de las paredes con rapidez y urgencia, dejando sus pantalones rotos por el camino.
Ese viejo taquillón que usaba para guardar piezas más o menos medianas tenía su pequeña superficie llena de diferentes artilugios. Quitó todas esas cosas, arrastrando su brazo con un bandazo enérgico, y en medio de todo aquel ruido estrepitoso me sentó sobre la misma para comenzar a hacerme el amor de nuevo.
En dos segundos, la tormenta estalló otra vez.
(FIN DEL PARÉNTESIS) | |
| | | vatz Nuev@
Mensajes : 116 Fecha de inscripción : 26/06/2011
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Jue Sep 08, 2011 9:34 pm | |
| me gusto mucho el cap y espero que jacob acabe con ese razvan. | |
| | | moullick2011 Nuev@
Mensajes : 35 Fecha de inscripción : 08/08/2011
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 Vie Sep 09, 2011 1:36 am | |
| AAAAAAUUUUUUUUU!!!!!!!!!!........Por Dios tengo el pulso a mil !!!!......amo a Jake!!!....lo siento se que todas lo amamos, pero es un amor y todo un.....AAAAUUUUUUUU!!!! (aullido)
Sólo puedo decir que me encantó, me fascinó este capítulo.....por cierto me dió mucha ternura imaginar a Nessie con su pancita de embarazada, pero estoy de acuerdo, primero que se carguen a los odiosos magos y que después venga ese hermoso príncipe....
Un fuerte abrazo!!!
P.D. Por cierto alguien me puede decir como cambio la imagen de mi avatar??? | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 | |
| |
| | | | 2º LIBRO DE JACOB Y NESSIE: NUEVA ERA (Continuacion de Despertar) +18 | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |